El ministro de Consumo en funciones, Alberto Garzón, ha hecho un llamamiento este jueves a las empresas del sector alimentario a que cumplan la ley y sean responsables con los precios de los productos, en relación a la inflación del aceite de oliva y su variación de coste dependiendo de dónde se compre.
«El aceite es un bien de primera necesidad y forma parte de la cesta de consumo por lo tanto es algo de enorme preocupación», según Garzón, que también ha indicado a la prensa antes de entrar al Foro Iberoamericano de Agencias Gubernamentales de Protección al Consumidor (FIAGC) que su ministerio siempre ha «defendido» que hay que hacer una vigilancia de los precios de los alimentos.
Estas declaraciones llegan unos días después de que la asociación de consumidores Facua revelase que la misma botella de un litro de aceite de oliva virgen extra puede llegar a costar hasta un 45 % más en función del establecimiento donde se adquiera.
Es por ello que el ministro ha recordado que existe un Observatorio de Precios de los Alimentos y que el Gobierno tiene recursos para sancionar a las empresas que estén cometiendo fraudes o estén vulnerando la ley en un contexto, además, en el que se suma la subida interanual del 52,5 % del aceite de oliva que se registró en agosto.