La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha acusado este miércoles al presidente del Gobieno de «traicionar» a sus votantes y le ha pedido de nuevo el cese de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por la llamada ley del 'solo sí es sí'. En su turno, Pedro Sánchez, ha atacado al PP con las palabras del líder, Alberto Núñez Feijoo, pidiéndole este martes en el Senado que deje de «molestar a la gente de bien» y ha echado en cara a los 'populares' que «no echen la mano en nada». «Qué poquita gente de bien hay en su país y cuán poderosa hay», ha proclamado Sánchez en la sesión de control al Gobierno, en la que Sánchez y Gamarra han protagonizado una agrio y duro debate con cruces de reproches mutuos.
De hecho, el jefe del Ejecutivo ha sacado a relucir los mensajes enviados hace un año por la portavoz del Grupo Popular expresando su apoyo a Pablo Casado unos días antes de su caída. «Señora Gamarra, hay gente que le dice injustamente que usted cambia de chaqueta, creo que no es así. Creo que lo que cambia es el jefe del PP, pero usted hace lo mismo, que es venerar al jefe del PP», ha ironizado Sánchez, que ha presumido de «sumar» con los trabajadores, con los profesionales sanitarios o los pensionistas.
Dicho esto, ha pedido al PP que cumpla con la Constitución y deje de «considerar al Poder Judicial un coto privado». Después, Gamarra le ha respondido que «el mayor cambio de chaqueta de la última etapa» es el del presidente del Gobierno porque prometió no gobernar con Podemos ni pactar con Bildu y ha «traicionado» a esos millones de votantes.
Además, Gamarra ha preguntado por qué se han producido dimisiones con la polémica por los trenes en Asturias y Cantabria que no caben en los túneles pero no dimita nadie por la ley del 'solo sí es sí, y se ha preguntado si es al final que es él quiere «conseguir un titular» el 8 de marzo. Sánchez ha presumido de que su Ejecutivo «suma» pero con quien no va a «a sumar nunca es con quienes ponen en solfa los derechos de las mujeres». Y ha echado en cara al PP que se oponga al impuesto a las grandes energéticas y entidades financieras. «Será porque consideran que esa gente sí es de bien», ha manifestado.