La nueva Ejecutiva de Ciudadanos, que liderarán Patricia Guasp como portavoz y Adrián Vázquez como secretario general, ha expresado este viernes su esperanza de que el perdedor de las primarias, Edmundo Bal, «respete» las decisiones que se tomen respecto a su futuro en el partido y a la organización del grupo parlamentario y no pretenda hacer «oposición interna» en la organización. Asimismo, los ganadores han trasladado su intención de no tener «socios preferentes» de cara a pactos postelectorales.
La lista de Guasp y Vázquez, apoyada por Inés Arrimadas, se impuso el jueves en el proceso de primarias a la lista promovida por el ya antiguo vicesecretario general. Sus miembros conformarán la nueva cúpula del partido que será ratificada este fin de semana en la Asamblea convocada por la formación. La intención de la dupla vencedora siempre ha sido mantener a Arrimadas como portavoz 'naranja' en el Congreso al considerarla «un referente».
Bal es portavoz adjunto en la Cámara Baja, pero su permanencia en el cargo no está tan clara. Tras conocer los resultados, éste puso su papel en el futuro del partido en manos de la nueva dirección. «Mi papel lo tiene que definir el partido, tiene que decir dónde puedo ser más útil, yo y cada uno de los que estamos en esta candidatura», dijo. Este viernes, en rueda de prensa, Guasp ha rehusado dar detalles sobre el futuro de Bal en el grupo parlamentario limitándose a trasladar que espera que éste «respete las decisiones que se tomen» y que «acepte los resultados», es decir, la «victoria inapelable» de la lista que ella encabezaba.
Estas decisiones, ha explicado «se tomarán en las próximas semanas». Por lo pronto, el lunes se reunirá la nueva Ejecutiva permanente, en la que se abordarán temas internos y del grupo parlamentario. En cualquier caso, ha incidido en que el plan es «sumar y unir» al partido. Fuentes de la nueva dirección señalan que, a partir de ahora, Bal tiene que entender cuál es su posición dentro del partido, tras la derrota de su candidatura alternativa y de haber protagonizado una campaña en la que ha lanzado múltiples reproches a su lista rival, que ha tachado de «oficialista» y con «peleles» de Arrimadas en las primeras posiciones.
Las mismas fuentes inciden en que Bal no puede dedicarse a hacer oposición interna en el partido y que debe aceptar las directrices de la nueva dirección. Descartan, eso sí, una rebelión en el seno del grupo parlamentario, que como consecuencia del choque entre Arrimadas y Bal ha quedado dividido.
En cuanto al camino político del nuevo Ciudadanos, la nueva portavoz 'naranja' ha abogado por no tener socios preferentes de cara a futuros pactos postelectorales, ya que, a su juicio, haberse decantado en comicios anteriores ha sido «uno de los grandes errores» que ha cometido la formación. «Lo hemos visto en las generales y autonómicas», ha subrayado Guasp, que ha recordado que los afiliados han demandado «no partir con socios preferentes» ante citas electorales, en el marco del proceso de refundación.
En esta línea, ha descartado que la dirección nacional dé «consignas» a los territorios para acordar gobiernos sólo con el PP, tal y como ocurrió en 2019. «No va a haber ninguna consigna a nivel nacional, esa imposición no va a volverse a repetir», ha insistido. Así las cosas, la nueva Ejecutiva dará su confianza a los candidatos y líderes territoriales para que alcancen los acuerdos que ellos estimen oportunos, siendo las únicas líneas rojas su programa electoral y la «agenda liberal» por la que apuestan.