El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha tramitado y pagado un total de 656.794 ayudas en la convocatoria de becas 2022-2023, lo que supone un incremento del 50% respecto al curso anterior, en el que se habían gestionado 436.830 en el mismo periodo, según ha informado el Ministerio. Este año más de 1,36 millones de alumnos de todo el país han solicitado una beca, 136.000 más que en 2021. Para poder atender al mayor número posible de estudiantes, el Gobierno ha ido incrementando año a año el presupuesto destinado a becas -con una cifra de 2.548 millones en los PGE de 2023- y se estima que en la convocatoria 2022-2023 se invertirán 2.416,3 millones. De ellos, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha transferido ya 1.084,7 millones de euros a los estudiantes beneficiarios de estas ayudas, aproximadamente el 45% del presupuesto total.
Esta cantidad incluye los 400 millones inyectados por el Ejecutivo de manera extraordinaria para proporcionar, ante la situación de incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, una ayuda complementaria de 100 euros al mes entre septiembre y diciembre de 2022 a todos los becarios. Desde 2018, el Gobierno ha introducido numerosos cambios en la convocatoria de becas para garantizar que estas llegan a los estudiantes que más las necesitan, devolverles su carácter de derecho subjetivo y evitar así que ningún alumno abandone sus estudios por motivos económicos. Junto al mencionado incremento del presupuesto, que desde 2018 ha aumentado más de 1.000 millones de euros, se han modificado además los umbrales de renta, elevado varias cuantías o modificado requisitos académicos.
Todo esto ha permitido, según apunta el Ministerio, aumentar, por un lado, el número de becarios (cerca de 900.000 en la última convocatoria) y, por otro, el importe de las becas que reciben, especialmente aquellos con los niveles de renta más bajos. En esta línea, el real decreto que regulará la próxima convocatoria, en el que actualmente trabajan los Ministerios de Educación y Universidades, incluye como principal novedad el incremento en la cuantía de la beca de residencia para estudios postobligatorios. Esta pasará de 1.600 euros a 2.500 euros con el objetivo de facilitar que los jóvenes, especialmente a aquellos que viven en municipios rurales, puedan cursar sus estudios en una localidad distinta.