La bonificación aprobada por el Gobierno de 20 céntimos por litro de combustible para los transportistas durante el primer trimestre del año, que pasará a ser de 10 céntimos en el segundo trimestre, tendrá un coste de 107 millones de euros para las arcas del Estado durante el primer semestre del año. Así lo recoge el decreto ley publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que cifra en 2.700 euros la ayuda máxima por camión de más de 7,5 toneladas y gasóleo, de 1.500 euros por autobús, 450 euros por ambulancia y de 300 euros para los taxis.
Cuando la bonificación se ha aplicado al conjunto de la población, de abril al próximo 31 de diciembre, el coste asciende a más de 4.000 millones de euros, cifra que contrasta con el impacto presupuestario estimado ahora de 107 millones de euros, toda vez que se ha eliminado la bonificación general a los clientes particulares. Además del descuento al diésel y la gasolina, para las flotas movidas por gas se prevé una compensación de 27 céntimos hasta marzo y de 14 céntimos de euros durante el segundo trimestre del año, dadas las especiales circunstancias a las que se enfrenta el precio del gas en esta etapa. En estos casos, las ayudas por camión pesado ascenderán a 3.690 euros, a 2.050 euros en el caso de los autobuses de GLP, GNC O GNL y a 410 para los taxis propulsados con este tipo de energía. La bonificación se abonará al final de cada mes para los transportistas que ya se acogen al gasóleo profesional.
Para los que no, deberán solicitar la ayuda a través de la sede electrónica de la Agencia Estatal de Administración Tributaria entre el 1 de febrero y el 31 de marzo de 2023, que, una vez aprobada, se abonará en un único pago estimado para los seis meses. El precio de los combustibles ha ido descendiendo en los últimos meses y ya se sitúa el diésel en torno a los 1,6 euros y la gasolina alrededor de los 1,5 euros, frente a los máximos de 2,1 euros y 2,15 euros, respectivamente, que han llegado a tocar este año.