El rey emérito Juan Carlos I ha llegado al club náutico de Sanxenxo (Pontevedra), donde ha sido recibido por decenas de personas que lo han aclamado con vítores de «¡Viva el rey!» y «¡Viva España!». Procedente de una vivienda de su amigo Pedro Campos, en la que se aloja este fin de semana, el emérito ha bajado del vehículo vestido con ropa deportiva y apoyado en un bastón. Le acompaña un asistente y el alcalde de la localidad pontevedresa, Telmo Martín.
A su llegada, decenas de personas, muchas portando móviles para inmortalizar el momento, le han aclamado con vivas a un Juan Carlos I muy sonriente y que viste el polo de la tripulación del 'Bribón'. La infanta Elena, visiblemente emocionada, se ha acercado a su padre y enseguida se ha retirado a un segundo plano.
El rey Juan Carlos I se ha fotografiado con la tripulación del 'Bribón', el barco con el que ganó el Mundial de 2019 en Finlandia, pero finalmente no competirá, pues se ha subido a bordo de una zódiac del Náutico de Sanxenxo, de nombre Cristina. En el pantalán, al igual que en el club, también la expectación ha sido máxima para ver al monarca, que se encuentra de vuelta en España por vez primera desde hace 21 meses, cuando fijó su residencia en Abu Dabi, a donde tiene previsto regresar el próximo lunes tras reunirse en Madrid con su hijo, el rey Felipe VI.
El rey emérito regresó a España para disfrutar de una de sus mayores pasiones, la vela, junto a su amigo Pedro Campos, quien lo ha acogido en su chalet de la parroquia de Nanín. Desde su aterrizaje el jueves en el aeropuerto vigués de Peinador, Juan Carlos I ha estado acompañado por su hija mayor, la infanta Elena, que le ha acompañado en la mañana de este viernes a su llegada al Náutico, aunque lo ha abandonado antes que él porque debía viajar a Sevilla, han indicado a Efe fuentes del club