Lejos de los registros de la pasada semana, el precio de la luz vuelve a dispararse por segundo día consecutivo en España. El coste de la electricidad en el mercado mayorista ha subido cerca de un 2 % hasta alcanzar 251,7 euros el megavatio hora (MWh), según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE). Tras esta subida, el precio de la luz multiplica por más de diez el importe que marcó hace justo un año (24,54 euros), y se sitúa un 22 % por encima respecto al pasado 24 de febrero, cuando comenzó la guerra en Ucrania.
Por franjas horarias, el precio máximo para este lunes se registrará entre las 8:00 y las 9:00, con 295 euros/MWh, mientras que el mínimo será de 214,48 euros/MWh entre las 15:00 y las 18:00. En los catorce primeros días de marzo, el precio de la electricidad se sitúa de media en 342,93 euros/MWh, un 43 % más elevado que el valor de diciembre, el mes más caro de la historia con 239,22 euros/MWh, y más del triple (un 208 % más) que el precio medio de 2021 (111,4 euros/MWh), el más alto desde que hay registros. Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada o PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirven de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.
Para amortiguar el impacto que el encarecimiento de la electricidad está teniendo en los consumidores, el Gobierno ha prorrogado la rebaja fiscal sobre los impuestos que gravan el recibo de la luz hasta el próximo 30 de junio. El conflicto militar entre Rusia y Ucrania podría provocar en las próximas semanas un encarecimiento aún mayor de los precios de la energía, especialmente en el caso del gas, debido al riesgo de que las importaciones rusas hacia Europa se vean frenadas por las sanciones impuestas por la Unión Europea.
La Comisión Europea presentó hace unos días un paquete de medidas para reducir su dependencia energética de Rusia y diversificar las fuentes de suministro, y ha abierto la puerta por primera vez a intervenir los mercados energéticos "temporalmente" para limitar el contagio automático de la carestía del gas al precio de la electricidad.