España fue, junto con Italia, uno de los países más afectados por la pandemia de COVID-19, y fue necesario un confinamiento severo para hacer frente a la mortífera primera ola que golpeó al país entre marzo y abril de 2020. Sin embargo, desde ese primer confinamiento, el país ha mostrado mejores datos epidemiológicos que muchos de los países de su entorno. Ahora, al final de la segunda semana seguida de incremento de contagios a escala global, se dejan oír voces científicas que explican ese relativo éxito con la posibilidad de que España hubiera alcanzado la inmunidad de rebaño.
Este concepto, bastante popular al principio de la pandemia de coronavirus, ha aparecido en la prestigiosa revista médica The Lancet. En un reciente artículo la publicación británica reseña que durante largos periodos de la pandemia «la mayoría de las regiones españolas, incluso han podido mantener abiertas partes del sector hotelero, al menos durante el día, incluso a pesar de un fuerte aumento de casos de COVID durante el invierno de 2020-21».
Mientras que los otros países más grandes de Europa, como el Reino Unido, Italia, Francia e incluso Alemania, volvieron a medidas de confinamiento y restricciones más duras, «los residentes españoles pudieron mantener partes de la normalidad, sin mandatos universales de quedarse en casa. Las actividades de ocio, incluidos los gimnasios, pudieron permanecer en su mayoría abiertas en España», indica The Lancet, algo que también se ha mantenido, con restricciones, en Baleares.
Para los responsables de este análisis de coyuntura, la clave del éxito ha sido la vacunación. En concreto, se hace hincapié en el hecho de que España encabeza los índices de vacunación y de inmunizados con pauta completa, tan solo superados por Portugal, un país más pequeño en términos demográficos.
«Aunque España, al igual que el resto de la UE, tuvo un inicio relativamente lento de su campaña de vacunación a principios de 2021, el país aceleró sus esfuerzos y ahora ha superado a países, como el Reino Unido y los EE. UU., que habían avanzado mejor anteriormente», insiste el trabajo que lleva por título Has Spain reached herd immunity? (¿Ha alcanzado España la inmunidad colectiva?).
«Más del 80% de la población de España está ahora completamente vacunada contra COVID-19, y los expertos comienzan a creer que el país está a punto de alcanzar algo que apenas parecía posible hace semanas», indican los expertos como Jesús Rodríguez Baño, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla.
Este facultativo reconoce que «no conocemos la proporción exacta de la población que necesita ser inmune para alcanzar la inmunidad de grupo para el SARS-CoV-2, y la altísima tasa de vacunación en el país se antoja como la única explicación plausible» para la caída en la tasa de ingresos hospitalarios. O que algunos territorios, como Madrid, retiren la mascarilla en ambientes educativos.
Contención y prudencia
La cuestión ha llegado incluso a oídos del Gobierno. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha mostrado prudente, aunque no ha evitado reconocer que «hay unas condiciones óptimas para tener al virus acorralado». «España está en un nivel tremendamente óptimo para estar cerca de la inmunidad de grupo».
En declaraciones a los medios de comunicación tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), Darias destacó el valor de la vacunación. «La vacunación en nuestro país tiene unas cifras espectaculares, unas coberturas muy altas que hacen que ya tengamos a 38 millones de personas al menos con dosis, el 90,4 de la población diana; y a 37, 4 millones de personas con pauta completa, prácticamente el 89 por ciento de la población mayor de 12 años».
También quiso recordar que el grupo de personas con edades comprendidas entre los 30 y los 49 años presentan una incidencia muy menor, consecuencia de la alta cobertura vacunal. Además, 1.200.000 personas cuentan ya con la dosis adicional. No obstante, ha instado a «no bajar la guardia» y a promover «la cultura del cuidado», a la vez que ha hecho un llamamiento para que los que aún no se han vacunado lo hagan.
Precisamente esta semana hemos asistido a una concentración de manifestantes antivacunas frente al punto de vacunación móvil instalado por la Conselleria de Salut en la plaza de España de Palma. De momento los datos arrojan la constatación que el mensaje de estos colectivos no está calando en el conjunto de la sociedad, tanto la balear como la española.