La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha pedido a las comunidades autónomas una ampliación «razonable» del horario de la asignatura de religión católica más allá del mínimo establecido por el Ministerio de Educación en la última ley educativa -la Lomloe-.
En un comunicado, la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura en torno a la asignatura de Religión de la CEE señala que son las comunidades autónomas las que tienen competencia para determinar «buena parte» de los contenidos del currículo educativo y las insta a ampliar el horario de esta materia «sin reducirlo a lo establecido por el Ministerio en el ámbito de sus competencias sobre Enseñanzas Mínimas».
«Mantenemos abierto igualmente el diálogo con el Ministerio para su posible regulación en el territorio de su competencia», añade la CEE en la nota.
En la actualidad hay una gran heterogeneidad en el número de horas impartidas de religión en las distintas regiones, con una horquilla de entre los 45 minutos y las dos horas semanales y en la última propuesta de currículum de Primara enviada por Educación a las comunidades, se establece que esta asignatura sea de una hora semanal, lo que supone noventa horas anuales menos de lo fijado actualmente.
Las comunidades pueden ampliar la carga lectiva de esta materia, ya que son responsables de fijar el 40 % de todo el currículo (los contenidos de lo que se enseña y aprende), mientras que el restante 60 % corresponde al Ministerio.
Para la CEE se ha perdido la oportunidad de mantener al menos el horario mínimo LOE, la anterior a la Lomloe, y muestra su sorpresa por que «en una apuesta por un modelo competencial se limite al mínimo posible la carga lectiva en un ámbito tan decisivo para la educación de la persona» como considera que es la asignatura de religión.
Lamenta que la dimensión espiritual y religiosa de las personas y de los pueblos «no está suficientemente recogida en la Ley» si bien estima como aportaciones positivas la preocupación por la formación humana del alumnado, el reconocimiento de la responsabilidad de las familias, entre otros.
Reconoce que la Lomloe mantenga la oferta obligatoria de la asignatura en todas las etapas y que se haya regulado “en los mismos términos y con los mismos efectos que las otras áreas/materias” pero dice no entender que la evaluación no sea tenida en cuenta en las etapas superiores a efectos de computabilidad.
Asimismo considera un «error» que no se haya ofrecido al alumnado que no elige Religión una asignatura en «condiciones equiparables» porque a su juicio, «se evitaría todo riesgo de discriminación y habría sido una mejor respuesta a las exigencias derivadas de las competencias clave».
Y muestra también su sorpresa por que en los proyectos de Decretos de Enseñanzas Mínimas no se haga referencia a la propuesta de “Cultura religiosa no confesional”, prevista en la disposición adicional segunda de la Lomloe, que en su opinión, «bien podría constituir una propuesta de atención educativa para el alumnado que no elija religión».
La CEE recalca en el comunicado que no pierde la esperanza de llegar a acuerdos y pactos en materia educativa «que sean inclusivos y que cuenten con todos».