«Tal como me lo planteó mi cirujano creí que hacerme una reconstrucción era obligado. Él me dijo, María tengo pacientes con ochenta años que se la hacen, ¿no me digas que no te la vas a hacer tú? No, si yo no he dicho nada. Es como el padre que te dice lo que tienes que hacer y yo lo asumí de esa manera. A mi me lo iban a hacer de manera inmediata, antes de salir del quirófano entraría el cirujano plástico y me lo haría. Y menos mal que decidí no hacerlo porque después me tuvieron que hacer radioterapia». Este es el testimonio de una mujer que decidió no hacerse una reconstrucción mamaria después de la mastectomía.
La ilustradora Moderna de Pueblo, en colaboración la comunidad que reivindica libertad femenina Teta y Teta, ha recogido en un post en Instagram las voces de varias mujeres que tuvieron que someterse a la extirpación quirúrgica de una o ambas mamas tras ser diagnosticadas de un cáncer. En España se realizan 16.000 mastectomías al año. Unas 14.080 mujeres de las que pasan por ello, deciden empezar una nueva vida con una sola teta. «Las unitetas existen y no deben sentir presión para someterse a una reconstrucción. Me parece increíble que las declaraciones de esta entrevista me parezcan algo tan desconocido cuando es un tema que nos afecta a tantas», asegura la activista en su publicación.
La plataforma de mujeres recuerda este Día Internacional del Cáncer de Mama que «reconstruirse el pecho tras una mastectomía es tan legítimo como no hacerlo». Y añaden: «Demostrado: la vida sigue con una sola teta».
A pesar de que todavía sigue siendo un tema tabú para sociedad y muchas mujer sienten presión social desde el colectivo demandan más información y normalización de los cuerpos de las mujeres tras la enfermedad. «Dar por hecho que es importante para todas nosotras es una error, nos puede meter algunas inseguridades que no tenemos. Yo si sentí presión, había dicho expresamente que no quería una reconstrucción y, aún así, me dejaron piel extra por si cambiaba de opinión», explica una de las mujeres.