El Rey Felipe VI ha presidido este viernes la entrega de despachos a la LIX promoción de la Carrera Fiscal integrada por 113 nuevos fiscales, el 75 por ciento de los cuales son mujeres y entre los que figura el primer fiscal con discapacidad visual severa.
Don Felipe ha felicitado a todos por «superar con excelencia este proceso duro y exigente de selección y de formación» y también ha tenido palabras de agradecimiento a sus familias y amigos, por el apoyo prestado durante el mismo. Ahora, les ha dicho, «ha llegado el momento de demostrar vuestra verdadera vocación de servir al Estado democrático y de derecho y servir a los ciudadanos».
El Rey ha dedicado especial atención a Laura María Ortega Cano, la primera de la promoción y que ha intervenido en el acto en representación de todos sus compañeros, y a Héctor Melero Martí, el primer fiscal ciego.
«Su esfuerzo, su demostración a todos de que hay barreras que son difíciles de derribar pero sin duda merece la pena intentarlo, abre brecha para muchos más en el futuro», ha resaltado Don Felipe, asegurando que su «hito» será algo que se recordará siempre.
Precisamente, el monarca ha protagonizado con ambos un pequeño lapsus durante la ceremonia, ya que los dos han recibido también por decisión del Ministerio de Justicia la cruz distinguida de segunda clase de la Orden San Raimundo de Peñafort. Don Felipe les ha entregado esta condecoración pero ha olvidado darles el diploma que les acredita como fiscales, por lo que ambos han tenido que volver a subir al escenario.
En el acto, que se ha celebrado en el Complejo Policial de Canillas, también han estado presentes el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, la fiscal general, Dolores Delgado, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, entre otros.
Tanto Campo como Delgado han tenido palabras de elogio para la primera de la promoción y para Héctor Melero por su logro particular, subrayando los esfuerzos y sacrificios que han tenido que realizar todos los nuevos fiscales para alcanzar su «sueño» e incidiendo en que van a ser ellos los protagonistas de los grandes cambios a que se enfrenta actualmente la justicia.
Entre esos cambios, el ministro de Justicia ha mencionado «la transformación digital del servicio público, los juicios telemáticos, la implementación del lenguaje jurídico accesible, la inteligencia artificial o el trabajo deslocalizado».
«Es la justicia que os espera a partir de ahora» y que ya se viene implementando «en cogobernaza con las comunidades autónomas, el CGPJ y la Fiscalía», ha subrayado Campo, incidiendo en que van a vivir el cambio del «salto al sistema penal del siglo XXI».
En la nueva Lecrim, ha recordado, «la investigación se atribuye al Ministerio Fiscal de conformidad con su función constitucional de promover la acción de la justicia, una función que ya venía desempeñando en el proceso penal del menor y ahora en los asuntos contra los intereses de la UE».
Este «nuevo rol», ha añadido, supondrá una «profunda reforma» del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal que permitirá dotarles a estos de «más capacidad y más autonomía» pero «también supondrá un gran reto profesional para todos vosotros».
Campo ha señalado que durante su dilatada carrera ha podido constatar que «la justicia tiene que parecerse a la sociedad a la que sirve». En este sentido, ha sostenido que la nueva promoción es «la generación de fiscales que más se parece a España, moderna, más preparada, que habla idiomas y que simboliza la conquista de la igualdad real entre hombres y mujeres».
Por último, les ha invitado a todos ellos, como miembros que son ya de «la gran familia de personas que servimos al Estado», a «remar hacia la misma dirección, el fortalecimiento de la democracia».
Delgado, por su parte, ha animado a los nuevos fiscales a acometer su «misión constitucional» como «garantes de la legalidad y de los valores y derechos democráticos» con «humildad» así como con «empatía y solidaridad» con vistas a garantizar «la seguridad jurídica y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley».
«Estamos en una etapa de cambio, de reflexión, que nos ha de llevar a una suerte de refundación que nos permita adaptarnos a lo que la sociedad democrática quiere de nosotros», ha señalado la fiscal general.
«El proyectado cambio de modelo procesal, la definitiva modernización de la administración de Justicia o la asunción de mayores cotas de autonomía mediante una reformulación de la institución son algunos de los retos que tenemos que afrontar», ha destacado Delgado, asegurando que «lo vamos a hacer con responsabildad pero sobre todo con ilusión».