El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado la pregunta que el líder de Vox, Santiago Abascal, le ha formulado en el pleno del Congreso para reiterar que este partido ha cruzado las «líneas rojas» de los valores de libertad, igualdad y pluralismo político que propugna el artículo 1 de la Constitución.
Abascal ha tratado de devolver a Sánchez el reproche que el presidente hizo a Vox durante la campaña electoral madrileña al recriminarle que no condenara las amenazas de muerte al exlíder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Como el presidente le acusó entonces de haber cruzado «una línea» por eludir esta condena, el líder de Vox le ha retado a aclarar si ello significa que pretende «ilegalizar» a su formación.
Enseguida ha pasado al contraataque al argumentar que quien ha cruzado esa línea es el propio dirigente socialista puesto que llegó al poder «de manera ilegítima, con mentiras».
También le ha acusado de haber traspasado ese umbral «encerrando y arruinando a los españoles con un estado de alarma ilegal», para presumir seguidamente de que su partido sí cruza «las alambradas antidemocráticas que impone la dictadura progre que ustedes representan» y de hacerlo «sin pedirles ni perdón ni permiso».
Como ejemplos, le ha citado los 15.000 votos obtenidos por Vox el 4M en el barrio madrileño de Vallecas o sus denuncias contra Pablo Iglesias, al que ha definido como «contratista de matones», y ha recalcado que continuarán con esta estrategia.
Al presidente la exposición de Abascal le ha parecido más un «monólogo» concebido para después colgarlo en las redes sociales, y así se lo ha hecho saber a su interlocutor, al que en todo caso le ha detallado en qué piensa que Vox traspasa esas «líneas rojas».
Para ello ha invocado el artículo 1 de la Constitución, que propugna los valores de la libertad, la igualdad y el pluralismo político porque, a su entender, el partido de Abascal se los salta una y otra vez.
Ha afirmado que «ponen en entredicho» la libertad cuando dicen que «quieren cerrar» los medios de comunicación críticos con Vox, y la igualdad cuando «ponen en cuestión» la violencia de género, «atacan» a los migrantes menores o «tachan de enfermos» al colectivo LGTBI.
Sobre el pluralismo político, el presidente ha advertido de que para Abascal, salvo su partido, el PP y «lo que queda de Cs», el resto de formaciones políticas deberían estar ilegalizadas.
«Sí, han pasado muchas líneas rojas, todas ellas relacionadas con el artículo 1 de la Constitución», ha concluido Pedro Sánchez, quien también ha alertado que los de Vox representan «todo» menos los valores de «concordia y convivencia» de la Carta Magna.
La réplica de Abascal ha servido para que volviera a instar a Sánchez a aclarar «por qué mintió a los españoles» cuando prometió que no pactaría con los independentistas, a los que ha citado como «estos, esos y aquellos» mientras los señalaba con el dedo.
Con su contestación final, el presidente del Gobierno ha lamentado que «con la ultraderecha» el mundo sea «al revés» porque aunque Vox asegura defender la Constitución «dicen que la dictadura franquista es mucho mejor que la democracia actual» y aseguran que «somos antiespañoles los españoles que no pensamos como ustedes».
Para cerrar, ha invocado la «grandeza» de la democracia española porque permite una sociedad «en la que quepamos todos, incluidos ustedes» pese a que los de Vox defiendan «todo lo contrario»; esto es, una sociedad en la que «solo caben ustedes y sus amigos del PP, y el resto fuera», ha zanjado.