El vicepresidente de la Generalitat y candidato de ERC a la Presidencia, Pere Aragonès, ha propuesto este sábado un Govern en minoría pero con «las puertas abiertas» a Junts y con el compromiso de seguir trabajando para restablecer consensos y acuerdos con los partidos independentistas del Parlament.
En rueda de prensa telemática después de reunirse la Ejecutiva del partido, ha explicado que esta decisión permitirá seguir negociando evitando la presión de una eventual repetición electoral y ha abogado por eventualmente «incorporar, si así lo quieren, las formaciones que faciliten la investidura».
Aragonès, que ha defendido celebrar un pleno de investidura lo antes posible, ha asegurado que iniciará una ronda de contactos con los comuns y con la CUP para buscar apoyos y ha reiterado que no buscará los votos del PSC.
ERC lo decide porque ve falta de «predisposición para superar cuestiones que desde el primer día encallan la configuración del nuevo Govern» por parte de Junts, que asegura se mantiene inamovible en cuestiones básicas del acuerdo, como la estrategia independentista y las funciones del Consell de la República (CxRep).
Así, ha reprochado a los de Carles Puigdemont «un optimismo que no encajaba con la evolución de las negociaciones de estos últimos días» --después de que este viernes el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, augurara un acuerdo en los próximos días--. «Ante la falta de entendimiento y los desacuerdos de fondo que continúan persistiendo durante estas últimas semanas, la mejor opción para el país y para desencallar la situación es aceptar la oferta que Junts hizo en el inicio de las negociaciones y que este viernes reiteró su secretario general en rueda de prensa», ha añadido en alusión a que Junts también contemple quedarse fuera de un Govern de ERC.
NO ACEPTA «TUTELAS»
Uno de los puntos en los que ambos partidos no han llegado a un consenso es el papel del CxRep, que para Junts debería coordinar la estrategia independentista, mientras que ERC considera que esto supondría una tutela por encima del Govern y pide que se pilote desde un «espacio neutral».
Así, Aragonès ha insistido en que la Generalitat no puede aceptar tutelas o quedar supeditada directamente o indirectamente a ninguna otra entidad o organismo «en la principal cuestión de la agenda política de Catalunya de los últimos 10 años». Sin embargo, está dispuesto a «seguir hablando de consenso estratégico» y de cómo se pueden coordinar en aspectos compartidos en el Congreso o en el Senado, y ha asegurado su voluntad de seguir negociando a lo largo de la legislatura.
JUNTS PIDE SEGUIR NEGOCIANDO
El anuncio de Aragonès ha cogido por «sorpresa» a JxCat, según ha dicho el propio secretario general del partido, Jordi Sànchez, que ha intervenido en la clausura del congreso extraordinario que ha celebrado la formación este sábado y en el que Anna Erra y Josep Pagès han sido elegidos como presidenta del Consell Nacional y defensor del afiliado, respectivamente.
Al aviso de Aragonès ha respondido Sànchez con la mano tendida para seguir negociando para cerrar una coalición, y ha puesto encima de la mesa el voto de cuatro diputados de JxCat para facilitar la investidura del candidato de ERC si los republicanos consiguen cerrar un pacto con la CUP y los comunes.
«A pesar de esto, continuamos abiertos a dialogar para crear este Govern», ha insistido el secretario general de Junts, que ya se abrió ayer en una rueda de prensa a un gobierno en solitario.
Sànchez ha negado, asimismo, que desde JxCat se haya planteado ninguna «tutela» a ERC: «JxCat ha dejado bien claro desde el primer momento, y lo hemos dejado por escrito, que el Govern de la Generalitat no podía ser tutelado por nadie, que el Govern de Cataluña tenía que liderar no solo una recuperación económica y social, sino también una estrategia independentista».
En el congreso telemático de JxCat también ha intervenido el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que ha advertido que su formación no se dejará «pisar» ni que le falten al respeto.
«Hoy sabemos con más claridad que nunca que la independencia de Cataluña necesita que Junts exista y Junts sea relevante, sea fuerte, sea decisiva», ha afirmado Puigdemont.
El anuncio de Aragonès ha generado reacciones en la práctica totalidad de los partidos con representación en el Parlament.
El líder del PSC en la cámara catalana, Salvador Illa, considera que la propuesta de Aragonès constituye «un nuevo fracaso» y le ha invitado a apartarse para dejar paso a su candidatura.
«Señor Aragonès, un nuevo fracaso. Señor Aragonès, hágase a un lado. Señor Aragonès, acepte la realidad y deje que haya en Cataluña un Govern de servidores públicos de izquierdas», ha exclamado el exministro de Sanidad.
Desde los comunes, su jefa de filas en el Parlament, Jéssica Albiach, ha pedido a Aragonès que explore un Govern «de transformación y progresista» sin el apoyo de JxCat, pues consideran que acabarían imponiendo sus tesis aunque sea desde «fuera».
El presidente del grupo de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha asegurado que un gobierno de los republicanos en solitario sería «como saltar de la sartén a las brasas».
Y el líder de Units per Avançar, Ramon Espadaler, que es diputado en el Parlament dentro del grupo del PSC, ha apuntado que ERC y JxCat han inaugurado «solemnemente» la fase de culparse mutuamente del «fracaso» en su negociación tras el 14F.