Santiago Abascal animó este jueves en una entrevista a que las personas que hubiesen votado por correo y desconfiasen del sistema votaran también de forma presencial.
«Para todos aquellos que hubieran votado por correo y desconfíen de qué puede ocurrir con el voto por correo, les animamos a que hagan un voto presencial, porque el voto presencial anula el voto por correo. El voto por correo no se abre en las mesas hasta las ocho de la tarde. Con lo cual, si alguien ha votado por correo, vota presencialmente antes de ese momento, ese voto queda anulado», aseguraba el líder Vox en Libertad Digital.
Poco después, el político rectificaba sus palabras en Twitter: «Yo pensaba que lo anulaba, estaba equivocado». Eso sí, ha aprovechado para pedir «una explicación transparente sobre las irregularidades vistas, para que los madrileños puedan tener todo la confianza en el proceso».
Rocío Monasterio, por su parte, ha manifestado que el voto por correo va a ser seguro porque «va a estar Vox vigilando que lo sea», además de animar a todos los madrileños a que vayan a votar.
El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, ha acusado a Vox de «copiar a Trump» al cuestionar el voto por correo y entiende que esto es «un ataque a la democracia» al poner «en tela de juicio» en «buen hacer de los empleados públicos».
Junta Electoral Central
La Junta Electoral Central (JEC) ha acordado este jueves ordenar a correos que adopte «con la máxima celeridad» medidas que eviten que se sigan emitiendo justificantes de pago que recojan erróneamente referencias a «votos emitidos», unos errores que, entiende, pueden generar «inquietud entre los votantes».
El acuerdo emitido por la JEC, consultado por EFE, respondía a la denuncia formulada por Vox por la emisión de tickets de caja en los que aparecía la referencia «voto emitido» que no se correspondía con el tipo de envío realizado por el usuario, y que varias personas habían denunciado a través de las redes sociales.
En su escrito ante la Junta Electoral, Vox se hacía eco de las incidencias en el voto de varias personas, entre ellas una mujer que acudió a una oficina de Correos de la capital a enviar un paquete y recibió un ticket en el que constaba «voto emitido», sin que ella hubiese votado ni tuviese derecho a ello porque no estaba censada en la provincia de Madrid.