Las juntas de accionistas de Unicaja Banco y Liberbank han aprobado la fusión de las dos entidades, que creará el quinto banco de España, con un volumen de activos superior a 110.000 millones de euros, presencia en el 80 % del país y más de 4,5 millones de clientes.
Las entidades empezaron a negociar su unión en 2018, pero en mayo de 2019 decidieron romper; la pandemia y la presión por ganar rentabilidad animó a retomar las conversaciones en octubre de 2020.
Tras el análisis de sus números y semanas de negociaciones, los consejos de administración de ambas entidades dieron luz verde a la operación a finales de diciembre.
Unicaja Banco aportará 63.000 millones en activos y tendrá el 59,5 % del grupo, mientras que Liberbank poseerá el 40,5 % restante y contribuirá con algo más de 45.800 millones en activos.
La Fundación Unicaja se mantendrá como accionista de referencia del nuevo Unicaja Banco, con alrededor del 30 % del capital.
Esto es el resultado de la ecuación de canje establecida, una acción nueva de Unicaja Banco por cada 2,7705 acciones de Liberbank.
Tras el visto bueno de un experto independiente a esta propuesta de canje, a finales de febrero se convocaron las juntas celebradas este miércoles.
A partir de ahora, sólo queda que la fusión reciba el plácet de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el Banco de España y el Banco Central Europeo, la Comisión Nacional del Mercados de Valores, la Dirección General de Seguros y el Ministerio de Asuntos Económicos.
Será en ese momento, con suerte en el verano, cuando se podrá hacer el canje de acciones y se iniciará la integración operativa.
Antes de eso, el próximo 16 de abril, Unicaja Banco repartirá 11,5 millones en dividendo con cargo a 2020 y Liberbank distribuirá 7,85 millones; tras la fusión, el nuevo grupo abonará 5,36 millones.
Durante su intervención en la junta, el máximo ejecutivo de Liberbank y futuro consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez, se ha mostrado convencido de que la fusión será positiva «para todos», tanto accionistas, como clientes y empleados.
Dado que la nueva entidad prevé ser «más rentable y eficiente», podrá generar más capital para financiar su crecimiento y ello abrirá la puerta a más dividendos, pero además, los clientes tendrán una oferta mejor, mayor accesibilidad e inclusión financiera.
El nuevo banco tendrá una posición de liderazgo en seis comunidades autónomas: Andalucía y Castilla y León, gracias a la contribución de Unicaja Banco, y Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura, por parte de Liberbank.
Nacerá con unos 9.900 empleados -6.200 de Unicaja Banco y 3.700 de Liberbank- y una red cercana a las 1.600 sucursales, de las que unas 1.000 son de la entidad andaluza.
Unicaja Banco se impondrá como marca del grupo, aunque Liberbank se mantendrá en sus territorios de origen. La sede social estará en Málaga, pero habrá centros operativos en Oviedo y Madrid.