La moción de censura presentada por el PSOE contra el Gobierno de Castilla y León presidido por Alfonso Fernández Mañueco (PP), con Francisco Igea (Cs) como vicepresidente, ha fracasado este lunes en el Parlamento autonómico al no conseguir el socialista Luis Tudanca más que 37 de los 41 votos que necesitaba y mantenerse los 11 parlamentarios de Cs en el anunciado 'no'.
En la votación, realizada por llamamiento de cada uno de los procuradores, han dado su apoyo al candidato socialista los 35 parlamentarios del PSOE y los dos de Podemos, y han votado en contra los 25 del PP, los 11 de Cs y la única representante de Vox, mientras que han optado por la abstención los procuradores de UPL (1), de Por Ávila (1) y la no adscrita, ex de Cs, María Montero.
La jornada empezó con dudas sobre el sentido del voto de algunos procuradores del Grupo Mixto y del Grupo Ciudadanos, tras un fin de semana en el que la conversión en procuradora no adscrita de la salmantina María Montero abrió una grieta en la aparente unidad del partido naranja y alimentó la esperanza socialista.
Sin embargo, a medida que avanzó la sesión plenaria de hoy y tras conocer a última hora del domingo que Por Ávila optaba finalmente por la abstención, la moción de censura fue perdiendo fuelle al conocerse que también se decantaban por la abstención los representantes de UPL y la propia María Montero, lo que confirmaron posteriormente en la votación.
Pese a sus esfuerzos por mantener viva la llama de la esperanza, Tudanca ha terminado apelando en sus intervenciones a que, pese al revés de hoy, no se va «a rendir» para ofrecer a la Comunidad «el gobierno que se merece": «ustedes eligen, el destino y la historia les juzgarán», ha concluido para tratar de convencer hasta el último instante a algún procurador de Cs.
Tudanca ha dividido su discurso ante la Cámara en dos partes diferenciadas, una primera enfocada en la crítica a las décadas de gobierno del PP, con alusiones a la corrupción y su «historia negra», y también a la forma en que Cs le ha dado continuidad con su pacto «comprado» en 2019 y ahora «comprado en diferido».
La segunda parte de la intervención inicial se ha centrado en el que hubiera sido su programa de gobierno de haber prosperado la moción, con una batería de nuevas leyes y objetivos y marcado por el cumplimiento del Pacto de Reconstrucción suscrito tras la primera ola de la pandemia de la covid.
Recuperar el diálogo social con sindicatos y patronal, conseguir la unidad entre la sociedad y las instituciones en la lucha contra la pandemia, la regeneración y el reto demográfico han sido algunos de los objetivos trazados por Tudanca en su planteamiento de gobierno.
Tras la intervención del candidato, Mañueco ha iniciado un discurso cargado de críticas hacia Tudanca y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ha responsabilizado de esta maniobra y de la situación en Murcia y Madrid.
El presidente ha acusado al PSOE de estar «rapiñando apoyos con intrigas» de la mano de «hipotéticos tránsfugas, sin pudor y con descaro nauseabundo» para intentar que prosperara la moción de censura contra él, pero ya antes de la votación ha augurado que el aspirante socialista a relevarle se iba a llevar «una bofetada de honradez, dignidad y lealtad».
«Representa usted lo peor de la política», le ha espetado Mañueco al socialista, a quien ha situado como el «Fernando Simón de las Cortes de Castilla y León», un «personaje sin rumbo, ni ideas, ni liderazgo», que «únicamente es dócil y sumiso a los intereses de Pedro Sánchez».
Mañueco ha reprochado a los socialistas que hayan pensado en su interés y no en el de los ciudadanos que sufren la pandemia, mientras que Tudanca ha replicado que han sido los dirigentes del PP y Cs los que han utilizado a los muertos y los enfermos como «escudos».
Antes del cara a cara entre el presidente y el candidato socialista había intervenido el vicepresidente Francisco Igea (Cs), convencido de que el PSOE ha apoyado la presentación de su moción de censura contra el Gobierno autonómico en «mentiras» y dirigida contra un «gobierno del pasado», del PP, que ya no existe, porque ahora cogobiernan con Cs y «es diferente».
Ya por la tarde, Tudanca y el portavoz de Cs, David Castaño, han enterrado toda posibilidad de acuerdo entre ambas formaciones, aunque el parlamentario naranja ha distinguido entre la figura del líder socialista y su partido, con el que no ha descartado alianzas en el futuro.
«Déjenos morir en paz», ha pedido Castaño, irónico respecto al negro futuro que el socialista le augura a su partido. «Pues descanse en paz», le ha replicado Tudanca.
Tras la votación, con un único titubeo de una procuradora del PP a la que inicialmente se le ha escapado un 'sí' inmediatamente corregido, el hemiciclo ha vuelto a dividir sus aplausos, con los procuradores del PP y Cs ovacionando a Mañueco y los socialistas a Tudanca.
Minutos antes de que concluyera la sesión y de forma inesperada, dado lo ajustado de la votación, el PP ha comunicado que el líder nacional del partido, Pablo Casado, se encontraba en el exterior del parlamento para felicitar a Mañueco: «ha ganado Castilla y León y ha perdido Pedro Sánchez», ha resumido tras ofrecer su «total respaldo» al barón castellanoleonés.
También la líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha comentado al término de la sesión en su perfil de Twitter que la moción de censura estaba «fuera de lugar": «el Gobierno de Castilla y León funciona, está cumpliendo el pacto PP-Ciudadanos y realiza una gestión responsable y eficaz».