El modelo estadístico predice que, tras una fase de disminución del número de contagios de COVID-19 y posterior de una fase de meseta e incluso de ligera subida, van a volver a a aumentar los registros de infecciones diarias e incidencia acumulada. El aumento de movilidad conlleva un crecimiento explosivo de la curva.
Además, cuanto más tiempo estamos en una meseta, más fácil es que la curva explote de forma exponencial.
Está previsión la ha desarrollado un equipo de trabajo que ha hecho un algoritmo capaz de predecir la evolución de la pandemia mediante los datos de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, denominado PreCoV2. Eso se hace mediante la inteligencia artificial y el empleo de la web Escovid19data que permiten vincular parámetros para vaticinar la tendencia epidemiológica que adquirirá un territorio en concreto.
También se sabe que, cuando la transmisión empieza a bajar más despacio es posible que rebote y suba.
La campaña de vacunación podría alterar la curva de transmisión, de forma que fuese impredecible, y suponer un condicionante determinante en la evolución la pandemia, pero por el momento su efecto no se manifiesta en dos semanas tras la suspensión de la vacunación con Astra Zeneca.
Otros modelos reflejan el efecto de las vacunas tras el verano, cuando, presumiblemente, el porcentaje de la población vacunada será mayor.
Al margen de ello, las medidas de restricción de movilidad también interfieren en la transmisión del coronavirus.
En cualquier caso, PreCoV2 es un algoritmo estadístico, no epidemiológico, lo que significa que no tiene en cuenta la aplicación de nuevas medidas para tratar de poner freno a la expansión de la enfermedad, sino que trabaja únicamente con los datos para predecir con un margen de siete y 14 días.