Decenas de concentraciones se han desarrollado este sábado en ciudades españolas, en la quinta jornada de protestas desde la detención del rapero catalán Pablo Hasél, con los principales altercados en Cataluña, donde han sido detenidas nueve personas, se han saqueado tiendas y ha ardido una fogata junto a la Bolsa.
La policía ha detenido a seis personas en Barcelona, así como a dos menores en Tarragona y a otro menor en Lérida. También ha se producido una detención en otra protesta.
Unas 6.000 personas, según la Guardia Urbana, confluyeron sobre las 19:00 horas en la plaza barcelonesa de Universitat, donde los agentes de policía habían cortado algunas calles próximas y retirado los contenedores de basura ante la convocatoria de la Plataforma Libertad Pablo Hasél, a la que se sumaron grupos de la izquierda independentista.
Luego, algunos encapuchados se han desplazado al Paseo de Gracia y han destrozado los escaparates de algunas tiendas y se han llevado material de los comercios.
Otras personas han prendido fuego justo delante de la entrada del edificio de la Bolsa de Barcelona, aunque las llamas no han afectado al interior del inmueble y han sido apagadas poco después por los Bomberos.
En otro punto del centro de la ciudad, otros encapuchados han lanzado piedras de un contenedor de obras contra los cristales del edificio modernista del Palau de la Música, del que han roto algunos cristales.
También se han enfrentado con agentes de los Mossos, lanzándoles objetos, y han tirado motocicletas aparcadas por el suelo.
Otra ciudad en la que ha habido cargas policiales ha sido Pamplona, tras una manifestación de unas 800 personas convocada por Gazte Koordinadora Sozialista.
La Policía Nacional ha informado a Efe de que tras el lanzamiento de objetos a los agentes han tenido que intervenir los antidisturbios, al tiempo que han sido quemados varios contenedores de basuras.
También en Granada las protestas han incluido la quema de contenedores, y se ha producido una detención, en una manifestación en el centro de la ciudad andaluza convocada tanto para pedir libertad de expresión tras la detención de Hasel como en contra de la impunidad policial por la agresión de dos agentes a un hombre y su hija el pasado fin de semana en Linares.
No ha habido incidentes en la concentración el centro de Madrid, en medio de un dispositivo policial destinado a impedir que se repitieran los disturbios del miércoles pasado, que se saldaron con 19 personas detenidas y 55 heridas, 35 de ellas policías.
Un cordón policial separaba la plaza de Callao de la Gran Vía, donde aguardaban una veintena de furgones policiales y al menos 300 agentes, mientras los manifestantes coreaban cánticos como «Estado fascista, estado terrorista» o «Podemos y PP, la misma mierda es».
Ha habido además concentraciones de protesta en decenas de capitales españolas ante las delegaciones del Gobierno, como en Santander, con más de 150 participantes, y en Reus, Tarragona, Lérida, Sabadell y Palma, entre otras.
En la capital mallorquina la manifestación convocada había sido prohibida por la Delegación del Gobierno debido a la situación de pandemia, pero más de un centenar de personas han acudido a la protesta alternativa convocada por Arran.
Una 300 personas se han concentrado esta tarde en la localidad gerundense de Celrà, en apoyo al alcalde del municipio y diputado electo por la CUP, Dani Cornellà, quien resultó herido el viernes por la noche en los disturbios registrados en Gerona.
Cornellà explicó que recibió un golpe en la pierna y en la cabeza cuando intermediaba junto a la abogada Montserrat Vinyet ante mossos d'esquadra de paisano en el momento de una detención.
En el acto de esta tarde, convocado por la CUP y con varios dirigentes de esa formación, Cornellà ha pedido una nueva política de gestión del cuerpo de los Mossos.
En la localidad barcelonesa de Cubelles, cuando un grupo de personas iban a cortar la carretera C-31, un vehículo ha atropellado a uno de los manifestantes, que ha resultado herido de carácter leve en una pierna.
Pablo Rivadulla Duró, conocido como cantante como Pablo Hasél, fue detenido el martes 16 por la mañana en el rectorado de la Universidad de Lleida, donde pasó la noche junto a un grupo de seguidores, e ingresó en la prisión de Ponent de esa ciudad, condenado a 9 meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.
Además de la sentencia que ha motivado su ingreso en la cárcel, Hasél acumula otras condenas: la primera, de dos años, por enaltecer en sus canciones el terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Qaeda, de 2014, aunque la Audiencia Nacional decidió en 2019 dejarla en suspenso.
Tiene otras dos condenas más firmes dictadas en 2018 por allanamiento de local y resistencia y desobediencia a la autoridad y otra pendiente de recurso por agredir a un cámara de TV3.
Durante su estancia en prisión, la Audiencia de Lérida ha confirmado otra condena de dos años y medio por amenazar a un testigo en un juicio contra un guardia urbano de Lleida.
Sin embargo, su ingreso en prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona ha cosechado la condena de organismos como Amnistía Internacional, y numerosos artistas y entidades han reclamado la liberación del rapero, lo que ha dado pie a un amplio debate sobre los límites de la libertad de expresión.