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La directora del máster de Cifuentes admite que hizo un acta falsa tras recibir presiones

La ex presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes llega este lunes a la Audiencia Provincial de Madrid para asistir a la primera sesión de su juicio como presunta inductora de la falsificación del acta que acredita que había defendido su máster, unos hechos por los que la Fiscalía pide para ella tres años y tres meses de cárcel. | Efe

| Madrid |

El juicio a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha arrancado este lunes sin la declaración mas esperada, que será el viernes, en una sesión en la que quien era directora de su máster ha reconocido que falsificó el acta, porque la presionaron los otros dos procesados, uno de ellos ya fallecido.

La Sección 15 de la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado el juicio a Cifuentes como presunta inductora de la falsificación del acta que acreditaba que había cursado íntegramente y había defendido en 2012 el trabajo de fin de curso (TFM) del Máster en Derecho Autonómico y Local, impartido por el Instituto de Derecho Público, asociado a la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

La noticia sobre esta posible irregularidad saltó a la prensa el 21 de marzo de 2018, y Cifuentes acabó dimitiendo un mes después envuelta en esta polémica y por la difusión de una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.

Este martes Cifuentes ha llegado a la Audiencia Provincial sin hacer declaraciones a los medios y ha entrado junto a su letrado por la puerta reservada a los abogados, tras exhibir la acreditación correspondiente. Tampoco ha hablado a la salida.

Ha seguido las casi cinco horas de sesión tranquila, mirando en ocasiones al suelo y sin intervenir, ya que su declaración tendrá lugar finalmente el viernes.

Al comenzar el juicio, su letrado, José Antonio Choclán, ha pedido que se admita como prueba un «pendrive» en el que se incluye una copia de la agenda de Cristina Cifuentes en 2012, cuando era delegada del Gobierno en Madrid, que demuestra que fue a defender su trabajo de fin de máster. También ha aportado un certificado académico de la URJC que acredita que superó las asignaturas y el TFM del máster.

El tribunal ha accedido, junto a la declaración del perito que ha analizado ese lápiz de memoria, y la Fiscalía ha solicitado que sea la Policía la que estudie ese dispositivo.

La Fiscalía pide tres años y tres meses de cárcel para Cristina Cifuentes por un presunto delito de falsedad documental y la misma pena para María Teresa Feito, exasesora de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y funcionaria de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

Solicita también 21 meses de prisión como autora de la falsificación del acta para Cecilia Rosado, integrante del tribunal que supuestamente examinó a Cifuentes.

La Fiscalía imputaba también a Enrique Álvarez Conde, catedrático de la URJC y exdirector del Instituto de Derecho Público, pero falleció en 2019. Su nombre ha sido el más repetido durante la sesión de este lunes.

La directora del máster que cursó en 2012 Cristina Cifuentes ha reconocido que, debido a las presiones de los otros dos procesados, creó un acta falsa, escribiendo la firma de otras dos personas, para certificar que la expresidenta madrileña defendió su trabajo de final de máster (TFM) y sacó un notable.

Durante su declaración, Cecilia Rosado ha reconocido que creó un acta «de un hecho que no había ocurrido», aunque poco después superó el miedo y lo denunció en la Fiscalía.

Ha recalcado que el catedrático Álvarez Conde era «su jefe» y «no se le podía decir que no sin que tuviera una consecuencia negativa».

Álvarez Conde la llamó 24 veces y le envió unos 15 mensajes de texto el día de la rueda de prensa en la que URJC dio su versión sobre el máster de Cifuentes (el 21 de marzo de 2018) tras saltar la polémica, y le dijo: «Cecilia, esto hay que arreglarlo, no se puede quedar así, porque, si no, va a tener consecuencias graves a nivel laboral».

Le exigió -según su relato- «componer un tribunal» integrado por ella y otras dos trabajadoras de la universidad: Alicia López y Clara Souto. En unas horas Rosado habló con estas personas, le mostraron en videollamada cómo hacer sus firmas y las puso en el acta ficticia que envió a los correos que el catedrático le ordenó.

Sobre Teresa Feito, ha explicado que Álvarez Conde le dijo que tenía que hablar con ella ese día, y ésta primero le espetó que el acta «tenía que aparecer» y posteriormente que «había que hacer ese trabajo».

«Si no me la envías, Cifuentes nos va a matar a hostias al rector y a nosotras, nos va a cortar la cabeza», ha asegurado que le amenazó Feito.

Sin embargo, durante su declaración Teresa Feito ha negado estas palabras, aunque ha reconocido que ese día habló varias veces con Rosado, pero poco tiempo «para que, por favor, buscara el trabajo» de Cifuentes, porque a ella Álvarez Conde le había asegurado que «que estaba, que no había problema».

Feito habló por teléfono con el catedrático y también con la funcionaria Amalia Calonge sobre el acta de Cifuentes e indagó «por curiosidad», porque ella había acompañado previamente a la expresidenta a recoger el acta de su máster, porque se lo pidieron desde el gabinete de Cifuentes, y en aquel momento «todo estaba bien».

Ha negado que fuese asesora de Cifuentes ni tuviese relación alguna con ella, aunque sí conocía al entonces consejero de Educación, Rafael van Grieken.

Teresa Feito ha explicado que el 21 de marzo de 2018 acudió a la URJC y entró escasos minutos en una reunión en la que supuestamente se preparaba la rueda de prensa sobre el máster, pero porque quería saludar al rector, y aprovechó que ese día ya tenía previsto ir allí.

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