En los últimos días, el testimonio de Miquel Fernández ha sido uno de los más buscados. Este catalán, con familia en Mallorca y afincado en Oklahoma, es uno de los voluntarios de la vacuna Pfizer contra el coronavirus, uno de los antídotos que se encuentra en la fase más avanzada de estudio y que llegará a España a principios de año. «Era como si hubiera cogido una gripe muy fuerte», ha explicado en diferentes medios de comunicación. En Rac1 apuntó que «al día siguiente de la primera dosis tuve fiebre, dolor general, cansancio. Me duró unas cinco horas».
En IB3 Ràdio, Fernández ha comentado que «llevan años trabando e investigando la tecnología, no han creado una vacuna de golpe». Él es uno de los 43.000 voluntarios que ya han probado la vacuna de esta farmacéutica, que asegura que ésta ya tiene una eficacia de más del 90%.
También en Rac1, Fernández ha compartido que los participantes no han tenido que hacerse ninguna prueba previa. El estudio dura unos 26 meses y durante este tiempo deberá hacer diferentes visitas al médico, seis o siete.
Como otros voluntarios, ya ha recibido las dosis. «Me dijeron que la segunda dosis ya sería más intensa. Y efectivamente, tuve mucho más malestar, mucho más dolor, como si hubiera cogido una gripe muy fuerte. Los efectos me duraron esa noche y todo el día siguiente», puntualiza.
El análisis final de la vacuna de Pfizer eleva la efectividad al 95% |