El magistrado del Tribunal Constitucional (TC) Fernando Valdés, a quien el Tribunal Supremo propone juzgar por un delito de maltrato en la persona de su esposa, ha presentado este miercoles su renuncia al cargo mediante un escrito dirigido al presidente de este órgano, Juan José González Rivas.
El cese, aceptado por el presidente del tribunal de garantías, será publicado publicado en el Boletín Oficial del Estado en los próximos días, según ha informado el TC mediante un comunicado.
La dimisión se ha puesto en conocimiento de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, dado que este magistrado pertenecía al turno propuesto por la Cámara Baja.
También se ha comunicado al magistrado instructor de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Andrés Martínez Arrieta, que es el instructor que el pasado día 7 transformó las diligencias en procedimiento abreviado, lo que supone la preparación del juicio oral contra él. La renuncia evita al tribunal tener que convocar un Pleno, tal y como estaba previsto en los próximos días, para afrontar la situación procesal de Valdés, quien se encuentra además una situación personal delicada debido a problemas de salud.
Con su decisión, Valdés pierde su condición de aforado y su caso pasará previsiblemente a un juzgado ordinario, ya que aún no se ha abierto juicio oral contra él.
El momento de apertura del juicio oral es el que, según el criterio de la Sala de lo Penal de Supremo, determina que un investigado, pese a perder el fuero, tenga que ser igualmente juzgado en este órgano, lo que no se da en el caso de Valdés según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
El pasado martes, el instructor de la causa contra Valdés en el Supremo, Andrés Martínez Arrieta, concluyó las diligencias de prueba en relación a este asunto tomando declaración a dos testigos, una de ellas hija de Valdés, quien exculpó a su padre, asegurando que «jamás» se ha producido agresión alguna.
En este relato coincidió con sus padres, ya que tanto Valdés como su esposa señalaron en sendas declaraciones el pasado 1 de octubre que lo ocurrido en su vivienda no fue más que una discusión de pareja que pudo ser «sacada de contexto».
Apenas unas horas tras concluir estos interrogatorios el instructor transformó las diligencias en procedimiento abreviado, lo que supone la preparación del juicio oral por los hechos recogidos en la resolución y con la calificación contenida en la misma, que es la del artículo 153 del Código Penal (delito de maltrato), sin perjuicio de una ulterior calificación jurídica, según señala la resolución.
Fuentes de la defensa del magistrado señalaron a Europa Press que ya ha sido recurrida la decisión de Martínez Arrieta ante la Sala de lo Penal del alto tribunal.
En los hechos del auto dado a conocer el pasado 7 de octubre se recoge entre otros puntos que, en la tarde del 10 de agosto de 2020, el magistrado mantuvo una discusión con su esposa, y, al percibir que los gritos eran oídos por personas que estaban en un parque público cercano a su vivienda, en la localidad madrileña de Majadahonda, introdujo a la mujer de forma violenta al interior de la casa, donde siguió la discusión.
«Desde el exterior, los viandantes percibieron movimientos bruscos y golpes, que determinaron una lesión, no diagnosticada, en el dorso de la mano derecha de la mujer», añade los hechos reseñados por el instructor.
Valdés, magistrado del TC desde 2012 a propuesta del PSOE para un mandato que ya ha caducado, ha sido defensor de la lucha contra la violencia de género a lo largo de diversas sentencias en las que ha participado en el tribunal de garantías.