La Comunidad de Madrid dialogará para evitar que el Gobierno de Pedro Sánchez decrete el estado de alarma, pero por ahora, aunque no es una opción cerrada, mantiene su postura de confinar zonas básicas de salud en lugar de cerrar toda la capital.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso está «perplejo» ante el ultimátum que ha dado el Ejecutivo de Sánchez, que decretará el estado de alarma si ambas administraciones no alcanzan un acuerdo este viernes, según ha señalado el consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, en una entrevista con Onda Madrid.
La Consejería de Sanidad aún estudia qué alternativas envía al Ejecutivo de Sánchez, aunque Madrid «sigue apostando por sus medidas«, confinamientos selectivos «en zonas de alto impacto» que han permitido que la situación «esté cambiando».
Madrid se compromete a ser responsable y buscar un acuerdo, aunque es palpable el enfado con el Gobierno regional después de que Moncloa informase a la prensa este jueves de las opciones dadas a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien pidió tiempo. «Estoy perplejo, perplejo», ha afirmado el exmagistrado.
En una conversación telefónica, Sánchez puso sobre la mesa tres alternativas: Que la Comunidad dicte una orden con las medidas especiales, que solicite la declaración del estado de alarma para que sea el Gobierno -«conjuntamente con la Comunidad de Madrid», subrayan las fuentes- quien lo declare y ratifique las medidas en cuestión, o que el Ejecutivo sea quien tome directamente la decisión de declarar la alarma.
López ha pedido que Sánchez «supere el varapalo judicial» al no ratificar ayer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid las restricciones de movilidad que entraron en vigor el 2 de octubre en diez municipios madrileños, incluida la capital.
«Esas frases de ya lo dije, no me gustan, pero ya lo dije», ha apuntado el consejero madrileño, para quien “pareciera que lo que se quiere es proteger a España de Madrid y no a los madrileños”.
El Gobierno de Ayuso defiende que sus medidas funcionan, porque la región ha pasado de englobar una tercera parte de los contagios a una cuarta, se reduce la ocupación en las UCI y los hospitales y se están cerrando salas exclusivas para COVID. Además, aluden a los confinamientos selectivos de Nueva York, asegurando que no estarán «tan desencaminados».
Para Madrid, un estado de alarma supondría que «el Gobierno (de Sánchez) asume el fracaso de su gestión» porque «tuvo que haber cambiado la ley», como prometió y como propuso el Partido Popular «y no lo hizo».