Los cribados masivos para detectar casos asintomáticos de COVID-19 y reprimir los rebrotes, que desde hace unos días se están practicando en diversas localidades catalanas, se han trasladado este sábado al barrio barcelonés de Torre Baró, donde la jornada de este sábado ha arrancado con largas colas.
En total, se prevé realizar un mínimo de 800 test a lo largo del fin de semana, una cifra que, de alcanzarse, supondría una tercera parte de los residentes de este barrio, que forma parte del distrito de Nou Barris y donde la tasa de contagios supera los 500 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media barcelonesa de 174.
Por el momento, hasta las 13.30 horas se han practicado 260 PCR, enfocadas especialmente a la población que no tiene síntomas y que, de manera voluntaria y presentando su identificación, puede solicitar hacerse la prueba, disponible en el casal del barrio entre las 09:00 y las 19:00 horas sin límite de edad.
Al punto de encuentro han acudido el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, y la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI de Barcelona, Laura Pérez, quienes han hecho una «valoración positiva» tras las primeras horas en funcionamiento.
«Es realmente un éxito la afluencia de gente», ha destacado Argimon, quien ha alertado de la importancia de detectar los casos asintomáticos de COVID-19 porque son los que tienen «más capacidad para transmitir» la enfermedad y contagiar a otras personas.
Y aunque no existe límite de edad para realizarse la prueba, ha recordado que actualmente la media de la mayoría de nuevos contagios se sitúa alrededor de los 37 años, una cifra «muy diferente a la primera ola de la pandemia».
Tras esta campaña, entre el lunes y el miércoles de la próxima semana, la Generalitat y el consistorio trasladarán los cribados al barrio del Besòs, otro de los más afectados por la pandemia y donde, al igual que en Nou Barris, la administración ofrecerá acompañamiento e información sobre ayudas a la población infectada que tenga dificultades para confinarse.
Por otro lado, Argimon se ha referido a las medidas anunciadas este viernes por el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras el acuerdo forjado entre el Ejecutivo y las comunidades para cerrar el ocio nocturno, restringir el horario de bares y restaurantes y prohibir fumar sin distancia de seguridad: «Yo no hablaría de incongruencias. Ninguna. Absolutamente al contrario».
De acuerdo con el secretario de Salud Pública, las restricciones del Gobierno están en consonancia con las medidas tomadas por la Generalitat para hacer frente a la pandemia en Cataluña a pesar de que habrá que hacer algunas «adaptaciones», como alargar de las 12 horas hasta la una de la madrugada el horario de cierre de bares y restaurantes.
Paralelamente al inicio de los cribados masivos en Barcelona, el Departamento de Salud ha notificado en Cataluña un total de 1.120 nuevos positivos por coronavirus y seis fallecidos en las últimas 24 horas, lo que sitúa el total de contagios desde el inicio de la pandemia en 112.189.
La cifra de nuevos infectados supone un descenso de 77 positivos con respecto al cómputo de este viernes -cuando se produjo un repunte hasta los 1.197 contagiados-, pero sigue por encima de los 974 positivos notificados el jueves y los 830 del pasado miércoles.
En total, el número de defunciones por COVID-19 en Cataluña es a día de este sábado de 12.874, de los cuales 7.073 han muerto en un hospital o centro sociosanitario, 4.125 han fallecido en residencias, 817 en domicilio y 859 no han sido clasificados por falta de información.
Según los datos de la Generalitat, este viernes había 577 pacientes ingresados en hospitales con cuadros de COVID-19, el mismo número que el jueves, de los cuales 119 se encontraban en las unidades de cuidados intensivos (UCI), tres menos que el día anterior.