El presidente del Parlament, Roger Torrent, y el exconseller de Acción Exterior de la Generalitat y diputado de ERC en el Parlament, Ernest Maragall, han presentado en los juzgados de Barcelona una querella contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán y la empresa NSO Group por la presunta intercepción de comunicaciones y «espionaje informático».
En un comunicado este jueves, ambos han anunciado la querella contra Roldan, que era el director del CNI cuando se produjeron estos presuntos ataques informáticos en los teléfonos de Torrent y Maragall a través del programa 'Pegasus', un sistema de la empresa NSO Group que solo está al alcance de policías y sistemas de inteligencia estatales.
Según ambos políticos republicanos, esta semana Whatsapp ha confirmado que son unas 1.400 las personas afectadas por este ataque en 2019 y la querella pide que se tome declaración como investigados a Roldán y a los responsables de la empresa NSO Group.
La querella recoge que el presunto espionaje se habría producido entre el 29 de abril y el 10 de mayo de 2019, un día después de las elecciones generales y el día que comenzó oficialmente la campaña electoral de las municipales y europeas, y «podría haberse iniciado antes de las fechas mencionadas e incluso podría haberse extendido más allá», han avisado.
Durante estas fechas, Torrent y Maragall tuvieron reuniones con miembros su partido, ERC, y de coordinación con otros partidos políticos; y Torrent también se reunió con la Mesa del Parlament, la Junta de Portavoces, el Grupo Parlamentario de ERC y responsables y trabajadores de la Cámara.
El presidente del Parlament también mantuvo reuniones con miembros del Observatorio Ciudadano contra la corrupción, participó en actos y reuniones de campaña electoral de las municipales y europeas, así como con periodistas y representaciones consulares.
Maragall también se reunió con el Grupo Parlamentario de ERC y el Grupo Municipal de ERC Barcelona; participó en reuniones con el equipo de campaña de las municipales, así como encuentros con Foment del Treball, Adif, Barcelona Global y Xarxa de ciutats, y tuvo reuniones con periodistas, también off the record, y actos de campaña y conversaciones con miembros de la lista y del Govern.
La supuesta intercepción de las comunicaciones de realizó, según la querella, aprovechando una vulnerabilidad de la aplicación de mensajería Whatsapp, por la que el sistema se introducía dentro del teléfono móvil de las víctimas y le permitía acceder a toda la información del terminal.
Esta intromisión permitió «monitorizar sus dispositivos con funciones de control absoluto (robo de información y datos, control de la cámara y el micrófono, control de geoposicionamiento, etc.)», asegura la querella, que busca aclarar los hechos y descubrir quién hay detrás de este presunto espionaje.