La comarca central, con Zaragoza capital, el Bajo Cinca y el Bajo Aragón-Caspe y Monegros retroceden a la fase dos de la desescalada sin ningún tipo de flexibilización debido al incremento de los casos por coronavirus, 422 en la jornada del miércoles, de ellos 333 en la provincia de Zaragoza.
Por el contrario, seguirán en fase 2 flexibilizada las comarcas de la Litera y Cinca Medio, Huesca capital y la ciudad de Barbastro.
La características de estos casos, que suman ya 1.852 desde el viernes día 17 y 959 en lo que va de semana, es que la mayoría son asintomáticos, pero también implican un incremento leve pero sostenido de los pacientes hospitalizados y de ingresos en UCI, y «aunque el sistema no está en riesgo, nos obliga a adoptar decisiones», ha explicado en rueda de prensa la consejera de Sanidad, Sira Repollés.
Por tanto, en la fase 2 se restringe el ocio nocturno y se establece un cierre obligatorio a las 12 de la noche, se ordena el cierre de las peñas, se prohíbe el botellón y se limitan a 10 el número de personas en las reuniones públicas o privadas al tiempo que se recomienda restringir la movilidad.
El resto de aforos de comercio, cines o autobuses rondarán entre el 30 y 40 % de ocupación y el de las terrazas de hostelería se reduce al 50 %.
Según el director de Salud Pública, Javier Falo, salvo el área de Calatayud y la provincia de Teruel, en el resto del territorio se detecta una transmisión, en algunos casos esporádica y en otros comunitaria sostenida.
El perfil predominante son las edades de 15 a 64 años, y empieza a crecer en más de 65 años, que actualmente representan el 10 %, mientras que los asintomáticos son entre el 40 y 60 % de los casos.
En el 62,5 % de los casos se puede trazar el origen del contacto, la persona que le ha contagiado, lo que permite reducir los contagios.
En la actualidad hay 56 brotes activos, 23 de ellos en centros residenciales aunque solo en 8 afecta a usuarios, 24 en el laboral y el resto en otras agrupaciones y, según Falo, conforme avanza la transmisión se incrementan las agrupaciones en el ámbito laboral, si bien, al igual que en el sanitario, son pequeñas agrupaciones.
La consejera ha reconocido que la recomendación de reducir los desplazamientos no ha surtido efecto, pero no se puede penalizar el incremento de la movilidad porque «no nos encontramos en un estado de confinamiento» y ha advertido que «no sería deseable tener que solicitar un confinamiento perimetral», que de momento no se contempla, al tiempo que ha insistido en que son las personas asintomáticas las que hacen que el virus «salte» de un lugar a otro.
El gerente del Salud, Javier Marión, ha precisado en que la parte del sistema de asistencia que soporta en la actualidad mayor presión es la Atención Primaria, y en el ámbito hospitalario se ha conseguido mantener la actividad habitual de esta época y aunque ya hay 171 ingresos covid, 19 en la UCI, focalizados principalmente en tres hospitales, el Servet y Clínico de Zaragoza y el de Barbastro, es «una presión, de momento, relativa; manejable» y menos severa.
Repollés ha destacado la capacidad del Salud para rastrear los contactos, más de seis por contacto, así como de realización PCR, de entre 2.700 y 3.000 diarios, que se incrementarán en 560 con la incorporación de un nuevo laboratorio del Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA), el cual podría llegar a 1.100 si fuera necesario.