El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha afirmado que el espionaje al que, según informaciones periodísticas, fue sometido a través de su teléfono es «impropio de un Estado democrático», ha anunciado acciones legales, y ha exigido al Gobierno español que «se investigue y se depuren responsabilidades».
Según una investigación de El País y The Guardian, el móvil de Torrent fue atacado en 2019 con Pegasus, un programa espía desarrollado por la compañía israelí NSO que solo pueden comprar Gobiernos y fuerzas y cuerpos de seguridad para combatir el crimen y el terrorismo.
En una declaración institucional realizada desde su despacho del Parlament, Torrent ha considerado que se trata de un asunto «muy grave» y que sirve para constatar que en el Estado español «se practica el espionaje contra la disidencia política».