El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha destacado la «lección de solidaridad» que han dado muchas personas durante la pandemia y ha llamado a ser «hermanos» frente al «sectarismo, la crispación y el enfrentamiento», durante el funeral por las víctimas de la pandemia del Covid-19, organizado por la CEE, que se ha celebrado este lunes 6 de julio en la Catedral de la Almudena, en Madrid.
«En este tiempo la humanidad necesita recordar dos sustantivos: hijos y hermanos. Somos todos hijos de Dios y, por eso, hermanos entre nosotros. Olvidar estos sustantivos y vivir de adjetivos, como tantas veces hacemos, es un suicidio. Frente al sectarismo, a la crispación y al enfrentamiento, en esta pandemia hemos visto cómo muchas personas, creyentes y no creyentes, sacaban lo mejor de sí mismas y daban una sencilla lección de solidaridad hasta dar la vida por cuidar la ajena, conscientes precisamente de que somos hermanos», ha asegurado el cardenal Osoro durante su homilía.
A la misa, han asistido los Reyes Felipe y Letizia, junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que han sido recibidos primero por las autoridades civiles y, postiormente por el cardenal Osoro, acompañado del presidente de la CEE y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y del secretario general de la CEE, Luis Argüello. Todos ellos llevaban mascarilla y se han saludo con un movimiento de cabeza. Los monarcas han entrado al templo mientras sonaba el himno nacional. Previamente, se han escuchado vítores y 'vivas' al Rey por parte de ciudadanos congregados a su llegada.
AUSENCIA DE PEDRO SÁNCHEZ Y PABLO IGLESIAS
En representación del Ejecutivo, ha acudido la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, y entre las ausencias ha destacado la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha viajado este lunes a Lisboa para almorzar con el primer ministro portugués, António Costa, así como la del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, cuya formación, Podemos, no ha contado con ningún representante.
Por su parte, sí han asistido al funeral el presidente del PP, Pablo Casado; el portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos, Edmundo Bal; y el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Igualmente, han acudido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el vicepresidente, Ignacio Aguado; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
También han estado presentes la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; la presidenta del Senado, Mª Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González; y el presidente del Tribunal Supremo y presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, entre otras autoridades.
Igualmente, ha asistido un grupo de más de 70 familiares de fallecidos a causa de la pandemia; líderes de otras confesiones y representantes de colectivos que han trabajado en primera línea durante la pandemia, como personal sanitario, voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas, de los cuerpos de Seguridad del Estado y de los Bomberos.
La misa ha dado comienzo a las 20,00 horas, y ha sido presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, y concelebrada por el cardenal arzobispo de Barcelona, así como por numerosos obispos de diferentes diócesis españolas y el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza. En total, han sido 35 concelebrantes en la misa, que ha sido retransmitida en directo por TRECE y por Telemadrid.
Tras sonar el Requiem, interpretado por el coro Nova Schola, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha dirigido unas palabras a todos los asistentes, y ha recordado que esta misa es «por todos los fallecidos» durante la pandemia, «no sólo por el coronavirus sino también por los que han muerto por otras causas y no han podido recibir la despedida merecida», debido al confinamiento.
«A consecuencia de la grave crisis sanitaria de la Covid-19 muchas personas han padecido esta enfermedad y desgraciadamente demasiadas han fallecido. La Iglesia que peregrina en España hace suyo el dolor, el sufrimiento de los familiares de los difuntos», ha asegurado.
UNA GRAN RESERVA DE HUMANIDAD
También ha destacado la «solidaridad de tantas personas» durante la pandemia. «Damos gracias porque hay en nuestra sociedad una gran reserva de humanidad y de caridad, de acción solidaria», ha enfatizado, al tiempo que ha invitado a los presentes a una «transformación interior» que se concrete «en una mayor implicación por la construcción de un mundo más humano, más justo, más fraterno y más abierto a Dios».
En esta línea, durante la homilía, el cardenal Osoro ha ensalzado la labor del «personal sanitario y farmacéutico, los transportistas, los empleados de supermercado, las personas de limpieza, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, los docentes, los periodistas, los voluntarios de Cáritas y otras muchas organizaciones sociales, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los padres y madres, los abuelos y abuelas» que estos meses «han vivido para los demás».
QUE NADIE SE QUEDE ATRÁS
Además, ha añadido que, ahora, cuando el país «afronta una crisis económica y social sin precedentes, hay que seguir cimentando las sociedad así para que nadie se quede atrás».
Según ha indicado Osoro, la sociedad vive un tiempo «en el que parece que todo se ha oscurecido» con «densas tinieblas» que «han cubierto las plazas y calles, los pueblos y ciudades» y las han «llenado de tristeza».
LA PÉRDIDA DE MUCHÍSIMOS MAYORES
«Por culpa del coronavirus hemos perdido a miles de personas con nombres y apellidos, entre ellas a muchísimos mayores con experiencia y sabiduría, y no hemos podido estar junto a nuestros seres queridos», ha añadido.
Asimismo, ha indicado que se ha encontrado con aquellos afectados por la enfermedad y sus familiares y ha visto que estaban «asustados y perdidos» pero, al mismo tiempo, ha sentido que «Dios acompaña».
Estas páginas, según ha afirmado, «desenmascaran la vulnerabilidad, dejan al descubierto las falsas y superfluas seguridades, con las que se construyen proyectos, agendas, rutinas y prioridades».
«Una tormenta inesperada y furiosa llegó a nosotros con esta pandemia. Nos hemos sentido frágiles y desorientados en este tiempo. Pero Jesús se dirige a nosotros, como lo hizo con Marta o con los discípulos en la barca, para decirnos: 'Tu hermano resucitará' y '¿por qué tenéis miedo? ¿aún no tenéis fe?», ha destacado. Finalmente, ha animado a «defender la esperanza», a «dar ánimo» y a anunciar el Evangelio.
Al finalizar la misa, el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, que ha estado ingresado durante más de un mes a causa de la COVID-19, ha leido, dirigiéndose a la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, la oración compuesta por el Papa Francisco para este tiempo de pandemia que pide el «amparo» de la Virgen en este «momento de prueba».
«JUSTICIA PARA LOS MUERTOS»
Concluida la celebración, los cardenales Carlos Osoro y Juan José Omella han acompañado a los Reyes y a sus hijas a la puerta de la Catedral para despedirse de ellos. En esta comitiva, también les han acompañado los cinco representantes de los poderes del Estado y el vicesecretario para asuntos económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal. Justo a la salida, ha podido escucharse el grito de una ciudadana que ha clamado: «Justicia para los muertos».
Esta celebración religiosa se suma a la ceremonia civil que prepara el Gobierno para el 16 de julio y que tendrá lugar en un escenario vecino, la Plaza de la Armería del Palacio Real. Este homenaje de Estado estará presidido por Felipe VI y contará con representantes de los poderes del Estado, de las instituciones europeas y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).