La Ministra de Educación, Isabel Celaá, ha defendido la necesidad de reducir el número de alumnos repetidores en España, que triplica la tasa de los países de su entorno. «La repetición no conduce a una mejora del alumno», ha explicado Celaá en una entrevista en Onda Cero en la que ha defendido la reforma de la ley educativa que superó este miércoles su primer trámite en el Congreso de los Diputados tras rechazarse las enmiendas a la totalidad.
«Claramente tenemos que hacer un gran viaje para reducir el número de repetidores porque la repetición no conduce a una mejora del alumno, lo que lleva a una mejora del alumno es el refuerzo individual», ha precisado la titular de Educación. Precisamente, el Consejo Escolar del Estado aprobó esta semana la toma en consideración de un documento de propuestas educativas para el curso 2020/2021, al que ha tenido acceso Europa Press, que plantea criterios orientativos sobre cómo renovar la normativa que regula la evaluación, la repetición y el paso de curso.
En opinión de Celaá, la atención personalizada es «imprescindible» para reducir el índice de repetición y ha abogado por «una educación de calidad en la que todo el mundo promocione, adquiera más conocimientos, al máximo de sus posibilidades, en la que nadie se quede atrás». En este sentido, considera que la digitalización puede facilitar esta tarea.
Celaá ha admitido que la educación tiene «un montón de innovaciones que hacer», porque, en su opinión, la Lomce «ha paralizado» el sistema con «itinerarios que no conducen a ninguna parte». Según ha indicado, con la reforma «todos los caminos van a Roma, a conseguir ese título de enseñanza obligatoria», sin «reducir el esfuerzo, que deberán hacer el alumno y el sistema».
Sobre la asignatura de Religión, la ministra ha asegurado haber mantenido un par de reuniones con la Conferencia Episcopal y ha expresado su voluntad de «seguir hablando con todos los sectores y todas las fuerzas políticas». Pese a ello, ha insistido en que la materia será «de ofertabilidad por el centro y de asunción voluntaria por el alumno», sin ser evaluable. «Es algo que nosotros consideramos privado y la asignatura puede ser computada en el sentido de la relación entre el alumno y el profesor, pero no puede tener impacto en la nota media».
Celaá también ha defendido la educación en la diversidad afectivo sexual porque considera necesario «desarrollar las destrezas emocionales» del alumno para que «tenga respeto a la diversidad sexual y se reconozca el fenómeno LGTBi». En este sentido, ha recordado que esta cuestión «esta reconocida en la legislación propia de muchas comunidades autónomas, entre ellas Murcia».
«La ley habla de la educación afectivo sexual igual que de la educación cognitiva, la afectiva y de igualdad entre hombres y mujeres; la escuela tiene profesionales para educar y preferimos que los alumnos aprendan en la escuela antes que lo observen a través de otros medios», ha explicado la titular de Educación.