Las personas pueden transmitir el nuevo coronavirus a los gatos, pero, según lo observado hasta ahora, estos animales no lo pueden transmitir a los humanos, tal y como se desprende del último informe científico-técnico de la COVID-19 publicado por el Ministerio de Sanidad.
El modo en el que pudo transmitirse el virus de la fuente animal a los primeros casos humanos es todavía desconocido, si bien todo apunta al contacto directo con los animales infectados o sus secreciones.
Además, la hipótesis más aceptada actualmente sobre el origen ancestral del nuevo coronavirus es la de que un virus de murciélago haya podido evolucionar hacia la COVID-19 a través de hospedadores intermediarios.
En este sentido, en estudios realizados en modelos animales con otros coronavirus se ha observado tropismo por las células de diferentes órganos y sistemas produciendo principalmente cuadros respiratorios y gastrointestinales, lo que podría indicar que la transmisión del animal a humanos pudiera ser a través de secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo.
Ahora bien, respecto a la afectación de animales de compañía, en el trabajo realizado por departamento que dirige Salvador Illa se informa de que se ha detectado RNA viral en dos perros en Hong-Kong y un gato en Bélgica, con síntomas respiratorios y digestivos, que vivían con una persona enferma de COVID-19.
Además, se ha observado en estudios experimentales la infección en gatos y hurones, con replicación activa del virus en vías respiratorias, que también se observó con mucha menor intensidad en perros. En cerdos, gallinas y patos no se observó replicación activa del virus tras la inoculación experimental.
Por otra parte, en la ciudad de Wuhan (China) se analizó una muestra de 102 gatos obtenida después del inicio del brote, y 14 por ciento tenían anticuerpos frente al nuevo coronavirus. En este sentido, los gatos que habían estado en contacto con personas enfermas de Covid-19 tenían títulos más altos que los gatos callejeros.
«Tras estos estudios, se concluye que es posible la transmisión humano-gato, y también existe la posibilidad de transmisión gato-gato y entre hurones. Los hurones, los gatos y los visones son susceptibles a la infección y pueden desarrollar la enfermedad y también los perros en mucha menor medida», dice el informe, para asegurar que, en este momento, «no hay evidencia de transmisión desde los animales a los humanos ni parece que la enfermedad en animales tenga una gran contribución en la epidemia».
Respecto al mecanismo de transmisión del nuevo coronavirus entre personas, el estudio publicado por Sanidad recuerda que es similar a la descrita para otros coronavirus a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias de más de 5 micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros) y las manos o los fómites contaminados con estas secreciones seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos.
Asimismo, y aunque se ha detectado el genoma y el virus infectivo en heces de personas enfermas, el Ministerio de Sanidad ha asegurado que la trasmisión a través de las heces es otra hipótesis para la cual «no existe evidencia en esta epidemia hasta la fecha». Del mismo modo, prosigue, las manifestaciones clínicas gastrointestinales, aunque presentes, «no son demasiado frecuentes» en los casos de COVID-19, lo que indicaría que esta vía de transmisión, en caso de existir, tendría un impacto menor en la evolución de la epidemia.
Sin embargo, en el informe se pone de manifiesto que sería «posible» que el nuevo coronavirus se pudiera transmitir de la madre al hijo. Y es que, aunque la transmisión vertical en principio sería «poco probable», dado que no es posible encontrar el virus en muestras de líquido amniótico, cordón umbilical y leche materna (26,27), recientemente se han observado algunos casos por lo que «se considera que sería posible».
Por otra parte, Sanidad argumenta en el nuevo informe que, a nivel general, la transmisión de la infección ocurriría fundamentalmente en los casos leves en la primera semana de la presentación de los síntomas, desde 2-3 días antes hasta 7-8 días después. En los casos más graves esta transmisión sería «más intensa y más duradera».
Finalmente, en el trabajo se recuerda que el COVID-19, como así se denomina a la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, cursa en el 80 por ciento de los casos de forma leve o moderada, el 15 por ciento de los pacientes precisa ingreso hospitalario y el 5 por ciento cuidados intensivos.