El líder del PP, Pablo Casado, ha propuesto este viernes regular «mejor» el teletrabajo impulsando la seguridad de los que trabajan desde casa, garantizando las horas trabajadas y el coste de internet y material empleado, y «dejando claro» que dar facilidades «puede redundar en personas que no sean despedidas».
Casado se ha reunido, junto con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con la organizaciones patronales, Hostelería España y Hostelería Madrid con motivo del Día Internacional del Trabajo, que se celebra este 1 de mayo.
«Desde esta cocina vacía de un restaurante que esta intentando abrir las puertas y no puede», Casado ha querido solidarizarse con un sector que representa el 7 % del PIB y que genera 1,7 millones de empleos, y que tanta vinculación tiene con la cultura o el turismo,
Casado ha criticado las palabras de ayer de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en las explicó que con el plan de transición para recuperar la actividad «no se impone nada a nadie». Y subrayó: «El que no se sienta cómodo, que no abra». Y en respuesta, ha dicho: «A los que no puedan abrir tendrán las ayudas de los gobiernos del Partido Popular».
Casado ha exigido al Gobierno que permita a los ayuntamientos utilizar los más de 28.000 millones de superávit, que se puedan bajar los impuestos de actividades económicas, IBI y tasa de residuos y hacer más fácil la recuperación económica.
«Queremos ayudar con ayudas directas o créditos a los hosteleros para que puedan acometer las reformas de infraestructuras para distanciamiento social, cámaras térmicas y mamparas en sus establecimiento», para que les permitan abrir en condiciones de seguridad y de rentabilidad durante el proceso de desescalada.
Una desescalada que ha calificado de «plan de descalabro, un sudoku que nadie entiende, porque nadie tiene claro a que hora tiene que salir ni los hosteleros el porcentaje de terraza que tienen que ocupar», y además ha criticado que no se haya contado con nadie, ni con la oposición, ni con las comunidades, ni con los ayuntamientos, ni con los sectores implicados.
«Hacer un plan de desescalada sin test masivos es como intentar bajar de una montaña con los ojos vendados si », ha dicho Casado, que ha dicho que «si no sabemos qué personas están contagiadas sin tener síntomas, difícilmente podemos hacer «que no sea un riesgo irse a tomar un vermú», como dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Además, ha denunciado que en España hay 9 millones de personas «que quieren trabajar y no pueden», así como que el Gobierno no está dando las prestaciones prometidas a 4 millones de familias que están acogidas a un ERTE y llevan desde el 31 de marzo sin recibir ningún ingreso.