El Gobierno ha pedido disculpas este martes por la premura con la que está tomando algunas medidas para hacer frente al coronavirus y por los errores que haya podido cometer y ha tendido la mano a la oposición para que se sume a la lucha contra esta pandemia y aporte posibles soluciones.
«Es un deber para nuestro Gobierno tender una vez más la mano a la oposición, con toda la humildad», para que se sume y aporte ideas «de forma constructiva», ha dicho el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias.
En rueda de prensa tras el Consejo de ministros que ha aprobado una nueva batería de medidas sociales y económicas para hacer frente a esta crisis, Iglesias ha admitido que, «sin duda, habremos hecho cosas mal y habremos cometido errores», pero ahora es el momento de arrimar el hombro.
También la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha pedido disculpas por la premura con la que se están anunciando y adoptando algunas medidas, como la relativa a la paralización de las actividades no esenciales y que provocó las críticas de la oposición y los agentes sociales por falta de información en torno a su alcance y por la falta de tiempo para aplicarla.
«El Gobierno actúa de forma inmediata cuando las autoridades marcan un rumbo» para internar mejorar o evitar la saturación de los servicios sanitarios, según Montero, quien ha explicado que los tiempos con los que el Ejecutivo ha ido acompañando la evolución de la pandemia son «vertiginosos, muy rápidos».
En relación con el real decreto que paraliza las actividades no esenciales, Montero ha dicho que el Gobierno contactó la víspera con los presidentes autonómicos para informarles de esa decisión y lo hizo con todos, salvo dos de ellos, con los que no pudo contactar aunque no ha citado quiénes fueron.
Sus disculpas y explicaciones no parecen convencer a la oposición, desde la que el PP ha calificado de improvisadas las últimas decisiones del Gobierno y ya ha avanzado que no las apoyará.
El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, ha lanzado un aviso en ese sentido al Ejecutivo, al afirmar que la «lealtad» de la oposición frente al coronavirus no significa una «ley del silencio».
En una entrevista en Antena 3, ha reclamado medidas para que los empresarios, autónomos y las pyme no sean los «únicos» que paguen la crisis y ha defendido que «a cero ingresos, cero impuestos».
Más crítico aún, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha reclamado la dimisión inmediata de Sánchez e Iglesias y ha exigido la creación de un «Gobierno de emergencia nacional» que pueda hacer frente a las crisis sanitaria, económica y política y convoque elecciones una vez superada la pandemia.
Abascal ha pedido el cese del Gobierno en una rueda de prensa en la que ha presentado el programa «Protejamos España», con las diez medidas que desarrollaría ese Gobierno de emergencia nacional, que estaría formado por el PSOE, el PP y Vox y constaría exclusivamente de cuatro ministerios: Economía, Interior, Sanidad y Defensa.
Su propuesta no ha sido comentada por el vicepresidente Iglesias, quien ha subrayado que sería una «imprudencia» entrar ahora en una polémica con las fuerzas de la oposición y ha apuntado que, llegado el momento, los ciudadanos podrán juzgar el papel de cada uno a la hora de enfrentarse a esta crisis sanitaria, social y económica.
Iglesias hacía estas declaraciones tras presentar un nuevo paquete de medidas aprobadas por el Ejecutivo para «reforzar el escudo social» del país y aliviar el impacto del coronavirus.
Las decisiones que ha ido adoptado el Gobierno, ha dicho, no implican «paralizar, pero sí hibernar», la actividad productiva para intentar reducir el número de contagios y «dominar la curva».
En términos similares, Montero ha explicado que se trata de ganar tiempo a un virus que cada vez conoce mejor la comunidad científica, lo que permitirá recuperar la normalidad lo antes posible.
«Esa normalidad la iremos recuperando de forma progresiva», aunque para alcanzar ese objetivo «tenemos que perseverar», ha dicho.
En su opinión, «caminamos en la buena dirección» contra la COVID-19, que, a día de hoy, de ha cobrado la vida de 8.189 personas en España.