Ambos confirmaron sus primeros positivos por coronavirus en las mismas fechas, pero a día de hoy Italia, con el doble de contagiados que España, es el país con más muertos del mundo, incluido China; la pregunta que ahora no para de hacerse el nuestro es si logrará contener antes la curva de contagios.
Desde hace semanas, los ojos de España están puestos en el país transalpino. Así ha sido la evolución de la crisis del coronavirus en los dos países:
Los primeros casos aparecen casi al unísono, el 30 de enero dos casos importados en Roma y al día siguiente uno en Canarias. El Gobierno italiano declaró entonces el estado de emergencia y asignó 5 millones a la contención del coronavirus. Además, se cerró el tráfico con China, mientras que en España no se tomó ninguna acción concreta.
El 6 de febrero uno del centenar de italianos repatriados desde Wuhan, epicentro del brote, dio positivo estando en cuarentena en un centro militar al sur de Roma, y tres días después, el 9 de febrero, aparece el primer positivo en Mallorca, segundo a nivel nacional. El 12 de febrero se cancela el Mobile World Congress de Barcelona y dos días después los dos positivos españoles reciben el alta.
El 21 de febrero llega la primera víctima mortal en Véneto, junto con 16 positivos en esta región y en Lombardía. También se detecta el primer contagio local. Al día siguiente, segundo fallecido y los infectados ascienden a sesenta. La reacción de Roma es aislar a 60.000 personas de 11 municipios del norte. El 23 de febrero ascienden a 150 los casos y se registran una nueva muerte, en total tres. Empiezan las medidas colectivas en las dos regiones del norte; cancelación del Carnaval de Venecia, y eventos deportivos; cierre de centros educativos y museos; cancelación de manifestaciones.
El 24 de febrero el coronavirus vuelve a Canarias: un italiano de vacaciones en Tenerife da positivo, mientras en aquel país se contabilizan 231 casos y 7 muertos. El Vaticano cancela eventos a puerta cerrada. El 25 aparecen los primeros casos en Madrid y Cataluña, con un positivo cada una. El Ministerio de Sanidad recomienda no viajar a las zonas de riesgo y refuerza las medidas de prevención «pensando en un escenario de contención». Por aquel entonces el virus viaja al sur de la bota: primer caso en Sicilia, 11 fallecidos y 322 infectados en total.
El 26 se recogen los primeros contagios locales, en concreto 3. El total asciende a 15 casos. Mientras, en Italia se tiene constancia de 400 casos y 12 muertos. El 27 los contagiados en España superan los veinte; Italia suma 650 contagiados y 17 muertos. El 28 aparecen primeros positivos en País Vasco; 34 contagiados en 7 territorios. En Italia 821 casos y 21 fallecidos.
El 29 de febrero se cuentan medio centenar de casos en 10 comunidades y Sanidad descarta aconsejar la anulación de eventos masivos o restringir la libertad de movimientos, mientras en Italia hay más de mil positivos y 29 muertos. Arranca marzo con 73 casos en España, concentrados en su mayoría en Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía y Cataluña. El aumento exponencial en Italia asciende la cifra hasta los 1.694 contagios y 34 muertes; se prorrogan las restricciones en la llamada «zona roja». 24 horas más tarde ya son 115 los casos en 13 comunidades y la recomendación de las autoridades a aquellos que presenten síntomas es permanecer en casa. Italia supera los 2.000 casos con 79 muertos.
El 3 de marzo trasciende en España la primera muerte por coronavirus, fechada el 13 de febrero en Valencia. 151 contagiados, un tercio de ellos en Madrid; mientras en Italia 2.263 contagios. El 4 de marzo segunda víctima mortal en el País Vasco y 200 contagiados; en Italia, con 3.000 positivos y 107 muertos, se cierran los centros educativos de todo el país. El 5 llega la tercera muerte y aumentan en 60 los positivos. Italia cuenta 3.200 casos y 148 fallecidos, por lo que el Gobierno aprueba una partida de 7.500 millones. El 6, con 374 casos y 4 muertos, Madrid cierra centros de mayores sin asistencia socio-sanitaria y prohíbe las prácticas en centros sanitarios. Italia sigue disparada, con 3.916 casos y 197 muertes.
El 7 de marzo, con 430 contagiados y 10 fallecidos, se pone en cuarentena un barrio del municipio riojano de Haro, por 60 positivos. Italia sigue con su escalada exponencial: 5.061 casos y 233 muertos. Y llega el 8 de marzo: 600 positivos en España y 17 fallecidos. Se producen manifestaciones del 8M en todo el país, a diferencia de Italia, donde el feminismo se reivindica solo en los medios de comunicación y redes sociales. Bien es cierto que allí cuentan ya 366 muertos y 6.387 infectados. Por esta razón se amplía la «zona roja» y decreta el aislamiento hasta el 3 de abril de Lombardía y de 14 provincias del norte, con 16 millones de habitantes. A nivel nacional se clausuran teatros, cines, museos y monumentos, mientras que bares y restaurantes solo podrán abrir hasta media tarde.
El 9 de marzo se disparan los positivos doblándose y los muertos ascienden a 28, con «contención reforzada» y la Comunidad de Madrid y las localidades de Vitoria y Labastida, zonas de «transmisión comunitaria alta», donde se suspenden las clases y se recomienda el teletrabajo. A nivel nacional, se aconseja el cuidado domiciliario de los mayores y que las personas con enfermedades crónicas o con multipatologías limiten las salidas. En Italia se acercan al medio millar de muertos y 8.000 contagios. El ejecutivo se decide a ampliar las restricciones a todo el territorio.
El 10, con 1.639 casos y 35 fallecidos en España, se vetan los vuelos desde Italia y los viajes del Imserso. Se aplazan las Fallas; por su parte Italia registra 631 fallecidos y 10.149 contagiados. El 11 de marzo la OMS decreta la pandemia global, con 2.150 casos, la mitad de ellos en Madrid, y 51 fallecidos. Madrid cierra centros deportivos y grandes museos, Cataluña habilita el teletrabajo a los empleados públicos y el País Vasco cierra en Álava sus escuelas. En Italia son 827 muertos y los contagios llegan a 12.462. El Gobierno declara a toda Italia «zona roja», se cierran negocios no esenciales, y se restringen aún más los movimientos.
El 12 de marzo España contabiliza 84 fallecidos y más de 3.000 contagiados. El Gobierno aprueba medidas por 18.225 millones de euros, dieciséis comunidades y Melilla cierran sus centros educativos e Igualada y otras localidades catalanas cercanas confinan en sus casas a 70.000 personas. En Italia los fallecidos superan por primera vez los mil y los casos de contagios totales son 15.113. Un día más tarde, con 120 fallecidos y 4.200 infectados, Pedro Sánchez anuncia la declaración del estado de alarma durante 15 días. Madrid clausura todos los locales menos los de alimentación y primera necesidad, y Gobierno y comunidades recomiendan a la población que se confine voluntariamente en sus casas, pese a que los desplazamientos multitudinarios de personas de Madrid levantan recelos. Al tiempo, Italia cuenta con 1.266 fallecidos y más de 17.000 contagios. Llega ayuda desde China.
El 14 de marzo el Consejo de Ministros declara el estado de alarma por segunda vez en democracia, en este caso por un virus que alcanza ya a 5.753 personas y ha matado a 136, con medidas drásticas en todo el país que limitan el movimiento -salvo para ir a trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o dependientes- y la actividad comercial; se permite al Estado asumir competencias de otras administraciones y disponer de medios sanitarios públicos, privados y militares. Italia, por su parte, anuncia que 17.750 personas están contagiadas y 1.441 han muerto.
El 15 de marzo aumentan considerablemente los positivos en España con 7.753; 288 personas han perdido la vida. Italia sufre 1.809 víctimas mortales y 20.603 contagiados y escasean las mascarillas. El papa anuncia que la Semana Santa se celebrará sin actos presenciales. El 16 de marzo, con 309 muertos y 9.192 contagiados, España cierra las fronteras terrestres, mientras en Italia los muertos llegan a 2.158 y los contagiados a 23.073. El Gobierno aprueba una partida de hasta 25.000 millones y movilizará ayudas de hasta 350.000 millones. Prohíbe a las empresas despedir en dos meses.
El 17 de marzo son ya 491 los fallecidos y 11.178 los contagiados, y el Gobierno da luz verde a un plan de choque que movilizará 200.000 millones de euros, cerca de un 20 % del PIB. Italia cuenta con 2.503 fallecimientos y 26.062 contagios, y debido a la necesidad Roma moviliza a los talleres de las prisiones para la producción de mascarillas.
Un día más tarde la pandemia deja en nuestro país 13.716 infectados y 598 fallecidos. Pero, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo peor está aún por llegar. Se dispara la alerta por la propagación en residencias de ancianos, con decenas de muertos en Madrid, Vitoria y Tomelloso (Ciudad Real) y en la capital funcionan los hoteles medicalizados. Mientras, la situación es límite en Lombardía y los muertos en todo el territorio italiano son 2.503, con más de 31.000.
El 19 de marzo son ya 800 los muertos en España, con más de 17.500 casos. Los hospitales madrileños entran en estrés, e Italia supera a China en número de muertos: 3.405 frente a 3.245. Los positivos ascienden a 33.190. Los 60 ataúdes transportados por los camiones del Ejército dan la vuelta al mundo. El 20 de marzo España registra casi 20.000 contagiados y 1.002 muertos. La «sobrecarga» y la «presión» en las UCI de determinados hospitales está obligando a ser «un poco más restrictivos» a la hora de admitir pacientes, admite Sanidad. Italia sobrepasa las 4.000 muertes y los 47.000 positivos, por lo que se cierran espacios públicos y prohíben realizar actividades lúdicas o recreativas al aire libre y desplazamientos a segundas residencias. Sin embargo consiente la práctica del deporte «en proximidad de la vivienda y respetando la distancia de un metro entre las personas».
El 21 de marzo las cifras en España son dramáticas: 1.326 fallecidos y 24.926 infectados. Se adquieren 8 millones de mascarillas y cuatro robots para realizar cada día cuatro veces más pruebas de las que se venían haciendo. Madrid habilita en Ifema 1.300 camas convencionales y 96 puestos de UCI, mientras Cataluña adapta varios hoteles. En Italia es el día más negro: 4.825 muertos y 42.681 contagiados. Las regiones más afectadas siguen clamando por el endurecimiento de las medidas y algunas toman la iniciativa. El 22 de marzo España recoge 28.572 casos y 1.720 fallecidos. Se prolongará el Estado de alarma hasta el 11 de abril y Sanidad reparte 1,6 millones de mascarillas entre las comunidades. La UME desinfecta 21 residencias de mayores en Madrid; mientras en Italia son ya 5.476 los muertos y 46.638 los enfermos; Lombardía sigue aglutinando el 58 % de los fallecimientos y el 63 % de los casos. Con Véneto y Emilia-Romaña, representa el 85 % de los contagiados. El Gobierno suspende hasta el 3 de abril todas las actividades productivas excepto las esenciales; prohibición a todas las personas de moverse en medios públicos o privados del municipio en el se encuentren, salvo excepciones.
El 23 de marzo España registra 462 fallecidos más, con 33.089 infectados. Sanidad no descarta trasladar pacientes entre comunidades aunque se «va suavizando progresivamente el incremento de casos que se notifican cada día» y no existe «certeza de haber llegado al pico». En Italia bajan por segundo día las muertes al situarse en 6.077, y de los contagios, que son 50.418. Las autoridades piden prudencia sobre estas cifras y esperar a los siguientes días.
El 24 otro hito fundamental: España supera a China en número de fallecidos con 3.434 -738 muertos en 24 horas- y un total de 47.610 contagios; los casos en la UCI incrementan un 16 %, la menor tasa de los últimos días; todo ello el día en que el Congreso de los Diputados valida la prórroga del estado de alarma hasta el 11 de abril. Mientras, Italia segundo país más afectado por el coronavirus en todo el mundo, cuenta 64.000 casos y 6.000 muertes, lo que señala un nuevo repunte en cuanto a los decesos.