Pedro Sánchez, ha agradecido a los cinco diputados de EH Bildu la abstención para facilitar su investidura y ha eludido entrar en la bronca provocada por la bancada de la derecha al escuchar las críticas al Rey de la portavoz de ese partido, Mertxe Aizpurua.
En sus dos réplicas a Aizpurua, Sánchez se ha limitado a insistir en la importancia de que haya una mayoría progresista en el Congreso y ha asegurado su disposición a debatir sobre la mejora del autogobierno o cumplir con su compromiso de dar a Euskadi todas las competencias que le otorga el Estatuto vasco.
Pero también le ha insistido en que el propio estatuto reconoce que la sociedad vasca es «plural» y que no se puede diferenciar entre «vascos buenos y malos» en función de su alineamiento a los sentimientos nacionales.
Sánchez ha considerado que un acuerdo de la Constitución del 78 es su reconocimiento de la diversidad territorial haber permitido que el asentamiento de la democracia haya estado ligado a la descentralización.
Y frente a las reclamaciones sobre referéndums o autodeterminación, Sánchez ha hablado con Aizpurua de «compartir soberanías» y de «trabajar en equipo», además de defender que en España hay un nivel alto de autogobierno y un reconocimiento de la diversidad territorial y la pluralidad.
Ha apuntado, además, que en el Congreso hay ya actas de debates sobre la defensa de la autodeterminación en los que el voto fue contrario y ha insistido en que no la defiende no solo por una cuestión legal sino también por su concepción política.
En ningún momento ha entrado Sánchez a comentar la bronca que ha habido por las críticas al discurso del Rey de la portavoz de EH Bildu, ni siquiera tampoco cuando el PP le ha reprochado no haber respondido a estas palabras de Aizpurua.