La Cumbre Social por el Clima ha augurado que la Cumbre del Clima (COP25) de Madrid, que afronta su recta final, podría «reducir aún más la ambición del débil proceso conocido como Acuerdo de París», al considerar que se dilatarán «los tiempos de presentación de nuevos compromisos, retrasando durante años el hacer frente efectivo a la emergencia climática» lo que tendrá, a su juicio, «catastróficas consecuencias» por lo que reclaman «soluciones reales».
La Cumbre Social por el Clima ha presentado este viernes 13 de diciembre, durante una sentada convocada a primera hora de la tarde en Madrid por Fridays for Future, su comunicado final y valoración de la COP25, celebrada del 2 al 13 de diciembre en Madrid bajo la presidencia de Chile.
En un acto posterior, en el que ha tenido lugar la ceremonia de clausura, los organizadores han calificado la Cumbre Social por el Clima como un «éxito total», debido a las más de 15.000 personas que han acudido a las más de 370 actividades estructuradas en torno a diferentes ejes temáticos, como justicia social, derechos humanos o el sistema económico y financiero.
Esta Cumbre por el Clima, tal y como han expresado, nació como una «respuesta necesaria» tras el traslado de la COP de Chile a Madrid para «decir la verdad» y después de «ignorar la brutal represión» que ha tenido lugar en Chile. «Este espacio se abrió con la necesidad de contar y decir la verdad, porque en la COP no se cuenta», han asegurado.
Asimismo, durante la clausura, miembros de Fridays For Future han calificado la COP de «farsa» y han repetido las palabras que pronunció Greta Thunberg durante la manifestación por el clima, celebrada el pasado 6 de diciembre en la capital. «Los políticos nos han fallado», han asegurado, aunque han mandado un mensaje de esperanza para continuar con la «lucha» para frenar el cambio climático.
«La COP nos ha fallado, pero nosotros hemos estado ahí y no hemos fallado. Es un problema que tenemos que hacer frente todos juntos», al tiempo que han alertado que «vistos los ritmos de negociación» van a tener que «luchar mucho» pero van «a ganar». «Estamos haciendo historia, hemos tenido la manifestación ecologista que más gente ha reunido en España», han destacado.
Del mismo modo se ha expresado la presidenta de la ONG CEUS Chile, Isabela Villanueva, que ha reconocido que la COP ha sido un «retroceso» para las ambiciones climáticas y ha dejado la sensación de que «falta mucho» porque las autoridades han hecho «oídos sordos» a los movimientos sociales que se han reunido en Madrid desde el 2 de diciembre hasta este viernes. «Los países del sur estamos olvidados pero eso nos tiene que servir para motivarnos y seguir, más fuertes, con más firmeza y seguridad», ha recalcado.
Otro grupo social invitado a este acto ha sido el movimiento de mujeres palestinas, quienes han manifestado que «los grupos palestinos son altamente vulnerables a la crisis climática» y han señalado a las corporaciones multinacionales como principales «cómplices» del «sufrimiento» del pueblo palestino por invertir en combustibles fósiles.
«El 97 por ciento del agua de Gaza no es apta para el consumo humano. El agua contaminada es la causa del 26 por ciento de las enfermedades y una de las principales razones de mortalidad infantil. Y lo único que ha dicho o ha hecho la ONU es que para 2020 Gaza será un lugar inhabitable», han denunciado.
Desde UGT, que ha cedido el espacio para la celebración de la Cumbre Social por el Clima, han pedido al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que tenga la «decencia» de dimitir después de verse obligado a anular la celebración de la COP y «sobre todo» por los incidentes ocurridos el pasado viernes durante la manifestación por el clima en la que, tal y como han explicado, las fuerzas policiales hirieron a más de 30 personas y dejaron a tres sin visión.
En la declaración final de la Cumbre Social también se rechaza que se siga proponiendo profundizar en mecanismos como los mercados de carbono o de desarrollo limpio «tras haberse demostrado que son fuente de numerosas violaciones de derechos humanos y ambientales».
Según los organizadores de la Cumbre Social por el Clima, la COP25 ha demostrado que es necesario «echar a los grandes contaminadores de estas cumbres» que, «a través de patrocinios, se conviertan en escaparate donde lavar de verde a las empresas responsables de la degradación climática, obteniendo además acceso privilegiado a políticos y negociadores».
Por todo ello, consideran que las negociaciones de la COP25 «están viéndose peligrosamente desviadas» y reclaman «soluciones reales a la emergencia ambiental y social, llamando a mantener la presión frente a los políticos en defensa del bien común».
En este punto, vaticinan que «se seguirá saliendo a la calle para frenar la emergencia climática» y realizan «un llamamiento a la resistencia pacífica pero firme» pues, como apostillan, «el mundo ha despertado ante la emergencia climática».
15.000 asistentes y 350 actividades
La Cumbre Social por el Clima ha contado con la asistencia de más de 15.000 personas, procedentes de España y de otros países, que han participado en las más de 350 actividades realizadas en la Universidad Complutense de Madrid y el Espacio de Convergencia del 7 al 13 de diciembre, en paralelo a la COP25, gracias al trabajo voluntario de más de 1.000 personas.
En las asambleas plenarias de cada día, con una participación de hasta el millar de personas, se han escuchado las voces de decenas de personas de comunidades muy diversas como Minga Indígena (grupo de colectivos, organizaciones y comunidades indígenas de todo el mundo), o de Laura Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres, asesinada en Honduras por defender su territorio, entre otros testimonios.