El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha confirmado este miércoles al rey su negativa a la investidura de Pedro Sánchez, pero le ha asegurado también que apoyará a cualquier gobierno, incluido uno del PSOE, que esté dispuesto a restaurar el orden constitucional en Cataluña.
Así lo ha explicado Abascal en una rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con el rey en la Zarzuela en el marco de la ronda de consultas iniciada por el monarca con los partidos para decidir si propone un candidato a la investidura como presidente del Gobierno.
El líder de Vox ha expresado a Felipe VI su rechazo a una investidura del secretario general del PSOE y su apoyo a «cualquier gobierno, sea el que sea, integrado por el partido que sea» que intente restaurar el orden constitucional en Cataluña.
Si ese gobierno estuviera liderado por Sánchez, ha asegurado que también le respaldaría, pero ha dudado de que el secretario general socialista esté decidido a ello. Es «política ficción», porque conllevaría un «arrepentimiento» y un «cambio radical» de
Sánchez, pero, «si de repente cae del caballo y se decide a la restauración del orden constitucional en Cataluña, para esa acción política puede contar con el apoyo de Vox», ha reiterado.
Abascal también ha trasladado al rey su preocupación por la «anormalidad política» que supone que haya diputados electos que no juren la Constitución y, aun así, adquieran el acta de diputados.
Les ha recriminado, además, que no cumplan con el mandato del artículo 99.1 de la Constitución de asistir a las rondas de consultas que convoque el monarca y que «fruto de ese incumplimiento ha convertido «de facto», por la vía de los hechos, a Sánchez en portavoz oficioso de Bildu, ERC y el BNG.
Frente a esa actitud de «los enemigos declarados de España», ha subrayado su lealtad a la Corona y su compromiso con la unidad y la permanencia de España.
También le ha hecho saber al rey su preocupación por que Sánchez quiera gobernar en coalición con un partido «antisistema contrario a la monarquía constitucional» y con el apoyo de los independentistas republicanos, cuyos dirigentes están en prisión por sedición y malversación.
Una decisión que ha encuadrado en la sistemática «demonización» de Vox y sus votantes, en un proceso paralelo al de «blanqueamiento del comunismo totalitario, el separatismo y de la corrupción socialista», ha señalado.
Preguntado por la propuesta de las juntas de tratamiento penitenciario de Cataluña de conceder el segundo grado a los presos del «procés», ha dicho que, tras las «presiones» de Sánchez a la Abogacía del Estado para que no fueran condenados por rebelión, «no se estaría en este debate» si hubieran sido condenados por rebelión y no solo por sedición y malversación, ya que las penas impuestas por el Tribunal Supremo habrían sido mucho mayores.