Los países del Grupo de Lima, entre ellos Chile, han abandonado el plenario de la cumbre del clima de Madrid (COP25) coincidiendo con la intervención del ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, quien ha aprovechado su discurso para cargar contra el sistema capitalista y contra Estados Unidos.
Arreaza, representante en este foro del Gobierno de Nicolás Maduro, ha sido uno de los intervinientes este martes en la cumbre, donde ha agradecido la capacidad de España para organizar el foro «en tiempo récord» y ha alertado de que «la especie humana está en peligro de extinción».
El discurso, sin embargo, ha derivado en un boicot de los países del Grupo de Lima, un bloque regional especialmente crítico con las políticas de Maduro y alineado con el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, al que reconocen como mandatario legítimo del país sudamericano. Entre quienes se han sumado al boicot está Chile, que ejerce la presidencia de esta COP25, según fuentes de la oficina de Guaidó en España.
El representante de Guaidó en España, Antonio Ecarri, ha condenado en Twitter la intervención del «usurpador Arreaza», enviado «del régimen más depredador del ambiente en América Latina». «Agradecemos solidaridad de países democráticos que se retiraron en señal de protesta», ha afirmado Ecarri, quien ha acusado a Arreaza de «cinismo».
El jefe de la diplomacia venezolana ha alertado de que la «emergencia» climática es ya «casi una catástrofe», por lo que ha llamado a detenerla «inmediatamente». El planeta, en su opinión, «ha sido víctima del sistema capitalista», tanto por sus patrones de consumo como por los medios de producción utilizados durante décadas.
Arreaza ha asegurado que los principales países industrializados «no están cumpliendo sus compromisos» y ha advertido de que no se puede hacer «borrón y cuenta nueva» en las cifras de reducción de emisiones suscritas hasta ahora. En este sentido, ha afeado el comportamiento de Estados Unidos, al que ha acusado de «desviar la atención y excluirse de políticas comunes y colectivas».
Además, Arreaza ha subrayado que ningún acuerdo puede basarse en «transferir la responsabilidad de los que contaminan pagando a los países del sur para que no contaminen», mientras que «los del norte han contaminado y seguirán contaminando».
El ministro de Exteriores ha apuntado que Venezuela «mantiene su compromiso con los Acuerdos de París», si bien ha alegado que las «medidas coercitivas unilaterales» aprobadas por la Administración estadounidense se lo han puesto «muy difícil».