El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado este viernes que le gustaría que hubiera investidura «antes de Navidad o de fin de año» porque, ha dicho, la gente quiere tener un gobierno pronto, aunque ha añadido que lo importante es que haya un Ejecutivo: «Si tiene que ser en enero, que sea en enero».
Pablo Iglesias se ha pronunciado de este modo en el Congreso de los Diputados, antes de asistir a los actos conmemorativos del día de la Constitución, donde ha defendido que quiere que el próximo Gobierno blinde sus artículos sociales, «el mejor antídoto contra la extrema derecha».
El secretario general de Podemos, que aspira a ser vicepresidente de un Ejecutivo de coalición con el PSOE, ha rehusado comentar «las reuniones de trabajo» que mantiene con el presidente en funciones, Pedro Sánchez, al ser preguntado sobre si se vio ayer con él.
«Las reuniones con Pedro Sánchez son frecuentes pero aquellas que no se convocan nunca son objeto de comentario por mi parte», ha indicado al respecto Pablo Iglesias.
Sobre la abstención de ERC, necesaria para que prospere la investidura del socialista Pedro Sánchez, Iglesias ha pedido ser «responsables» y «apostar por el diálogo» en Cataluña.
«La Constitución no prohíbe no estar de acuerdo con ella», ha apostillado Iglesias, que ha indicado que le gustaría que hubiera una sesión de investidura a mediados o finales de diciembre.
El líder de Unidas Podemos ha considerado que 41 años después de su aprobación, es el momento de reivindicar sus artículos sociales, como el 31, que defiende un sistema fiscal progresivo; el 35 que defiende que el trabajo es un derecho; el 47, que reconoce el derecho a la vivienda o el 50, que dice que las pensiones se tienen que actualizar periódicamente.
Y en ese sentido ha expuesto su intención de regular el mercado del alquiler desde el Gobierno para evitar los precios abusivos.
Por su parte, el diputado de En Comú Podem Gerardo Pisarello ha defendido los aspectos «más sociales» y «garantistas» frente al «involucionismo que plantea la extrema derecha» y las posiciones de quienes «se autodenominan constitucionalistas, pero que en muchas ocasiones lo que hacen es defender posiciones preconstitucionales».
Ha incidido en que la Constitución necesita «cambios profundos», pero ha recalcado que mientras eso sea posible hay que hacer una «lectura abierta» que permita resolver los «grandes problemas de país» que hay sobre la mesa.