La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, se ve «fuerte, valiente y a la altura de las circunstancias» para asumir el liderazgo del partido, pero todavía no presenta su candidatura, ha explicado, porque hay unos plazos que cumplir.
«En la vida hay que dar pasos al frente» y ella ha dicho que está preparada para hacerlo en una entrevista en Antena 3 una semana después de la dimisión de Albert Rivera y tras recibir un apoyo casi mayoritario para presentarse.
Aunque ha dicho que a ella le gustaría hacer cambios en el partido si asume la Presidencia porque «hay que mejorar cosas», el único error que ha admitido del desastre electoral ha sido de estrategia política: «No se puede desorientar al votante, fuimos muy firmes en el no a Sánchez y no explicamos lo suficiente la solución de desbloqueo» de la última semana de la legislatura.
Además, ha argumentado que en escenarios polarizados, «el centro siempre sufre» porque sus electores se desmovilizan más rápido y por eso el líder socialista, Pedro Sánchez, «quería un escenario polarizado».
Arrimadas, que ha dicho contar con un apoyo «absolutamente mayoritario» para relevar a Rivera, no se ha apartado ni un milímetro de la decisión de la Ejecutiva de no apoyar un gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos y apela a un gran acuerdo a tres (PSOE, PP y Cs), como Rivera defendió durante la campaña.
Por eso, ha dejado claro que solo se abstendrán (tienen ahora diez diputados) si Sánchez no pacta con Podemos porque no quieren «ni que gobierne Podemos ni tener un gobierno en manos de todos los nacionalistas.
Siguiendo con las explicaciones del desastre electoral, Arrimadas, que será la presidenta-portavoz del Congreso, tal como ha anunciado, ha señalado que Cs ha pagado un precio «excesivo» en las urnas: «Parece que hemos matado a Kennedy, a nosotros no se nos perdona una».
De acuerdo con sus cuentas, de los 2,5 millones de votantes que han perdido, un millón se ha ido a la abstención, 200.000 al PSOE y el resto a dos partidos que «no han hecho nada para desbloquear la situación (PP y Vox).
Ha concretado que sus aspiraciones a corto plazo son «levantar el partido», aunque el proceso no empezará hasta mediados de marzo que es cuando se celebre la Asamblea extraordinaria que elegirá la nueva dirección entre los candidatos que se presenten a las primarias.
Por otro lado, Rivera ha dirigido una carta a la militancia en la que no hay ninguna referencia autocrítica y donde afirma estar orgulloso del equipo que queda en Cs, de lo que han logrado juntos y de los valores «que inspiran este proyecto tan necesario».
«Ahora es el momento de que los militantes decidan quién lo lidera para poder ganar el futuro», se despide Rivera en la misiva.