Cinco coches de la Guardia Civil han entrado con las sirenas y a toda velocidad en el Valle de los Caídos pocos minutos después de las 17.00 horas, cuando se cerraba la entrada de vehículos a la Abadía.
Una visitante que ha acudido con su hijo este viernes a visitar la basílica ha contado a los medios a la salida que estaban produciéndose «enfrentamientos» en la explanada del templo.
«Arriba hay lío, es desagradable, la gente está empezando a ponerse agresiva», ha relatado la mujer, al tiempo que ha hecho una «llamada a la calma» porque considera que la exhumación de Franco va a llevar a «más desencuentro» entre «las dos Españas».
«Deberíamos llamar a la calma, ya no es que los muertos no se toquen sino que vamos otra vez al enfrentamiento entre españoles», ha lamentado.
Según ha precisado, en la explanada había «bastantes» personas enfrentadas. «Está tenso», ha puntualizado. Además, ha explicado que la Guardia Civil estaba retirando las «banderitas de España» que llevaban algunos visitantes.
Después, otro visitante, Juan, ha precisado que se trataba de «una discusión entre partidarios de la exhumación y contrarios» pero ha insistido en que «arriba están tranquilos, unos rezando y otros visitando turísticamente» el Valle de los Caídos.
«Cuando se va un ser querido, una persona importante en tu vida te vas a despedir, pero con total naturalidad», ha comentado a la salida.
Además, ha opinado que «esto es una decisión de unos pocos del Gobierno, como hacían los generales antiguamente». «Entre 14 y 15 se guisan la situación, en connivencia con los tribunales, empujan para que los 6 ó 7 jueces que están de acuerdo con la decisión, pulsan el botón y cierran el Valle y exhuman el cadáver», ha apuntado.
Otro joven visitante, Alberto, ha precisado que el ambiente arriba era «muy tranquilo». «No hemos visto nada», ha asegurado. Según ha apostillado, él no es «ni franquista ni no franquista» pero cree que «la historia de España hay que mantenerla».
Por su parte, periodistas presentes en la explanada de la Abadía, que habían pagando su entrada como visitantes, han sido identificados por la Guardia Civil porque, según les han dicho, no tenían permiso para estar allí trabajando. También han comentado que no ha habido tensión alguna.