La sesión constitutiva del Congreso de la XIII Legislatura ha comenzado este martes con la formación de la Mesa de Edad, que preside el diputado más veterano de la Cámara, el socialista burgalés Agustín Zamarrón, y que completan como secretarias las más jóvenes, Marta Rosique, de ERC, y Lucía Muñoz, de Unidas Podemos.
Es el primer paso de un pleno del que previsiblemente saldrá como presidenta del Congreso la diputada socialista por Barcelona Meritxell Batet, por lo que el cargo de Zamarrón es interino.
También acatarán sus cargos los 350 diputados electos, entre los que se encuentran los cuatro catalanes actualmente en prisión preventiva (Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull), pero presentes en el hemiciclo por el permiso concedido por el Tribunal Supremo.
Zamarrón ha dado por iniciada la sesión y las secretarias (Rosique, de 23 años, y Muñoz, de 25) procederán a la lectura del real decreto de convocatoria electoral, de los nombres de los electos y de los que pudieran estar incursos en procedimientos contencioso electorales.
Antes de dar lectura a la lista de los diputados, el diputado socialista ha pronunciado un discurso en el que ha subrayado que este órgano asume una responsabilidad otorgada por el pueblo español.
Una responsabilidad que supone representar a los ciudadanos «como una comunidad de personas» que hace sus leyes y las acatan.
Tal y como ha leído una de las secretarias de la Mesa de Edad, no existe ningún contencioso electoral y, acto seguido, se ha procedido a la votación para la Presidencia del Congreso, cargo al que aspiran Meritxell Batet, del PSOE; Ana Pastor, del PP; y Sara Giménez, de Ciudadanos.
Todo apunta a que habrá una segunda votación por cuanto no se prevé que ninguna aspirante recabe la mayoría absoluta necesaria, 176 papeletas. A esa nueva votación concurrirán las que hayan recabado más votos.
El paso siguiente es la votación de los cuatro vicepresidentes y, después, de los cuatro secretarios de la Mesa del Congreso.