La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha rectificado este lunes sus palabras sobre el ex jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Julio Rodríguez y, tras subrayar que lo admira, ha explicado que no quiso que se sintiese dolido cuando afirmó que «en principio» no tenía pensado contar con el dirigente de Podemos en su candidatura.
Así lo ha defendido en una entrevista radiofónica en la Cadena Ser, donde ha explicado su «pesar» por sus palabras sobre el secretario general de Podemos en la capital en una entrevista el pasado 23 de enero en Onda Cero.
«Quiero rectificar, me parece una persona excelente, a veces en las entrevistas no lo haces bien, no sabes expresar todo lo que tienes que hacer», se ha justificado Carmena al ser preguntada sobre las críticas en su contra por ser desagradecida con Podemos.
La exmagistrada ha explicado que no le parece bien que un partido político «imponga» a una persona por su «lealtad» porque para el Ayuntamiento de Madrid son necesarios perfiles profesionales, pero ha añadido que el exJemad es «una gran personalidad», de la que tiene una «enorme valoración».
«Jamás yo quiero pensar que de aquellas palabras él se hubiese sentido dolido porque no era mi idea», ha agregado.
Además, ha admitido que cuando pidió elegir a su equipo lo tenía tan claro que no se dio cuenta de que «a lo mejor había ido muy rápido» y que ello produjo un «pequeño problema de comprensión» en los partidos, que querían elegir a sus representantes.
«Si todo va bien», ha agregado Carmena, en Más Madrid habrá «representación de personas de Podemos e IU», aunque, ha subrayado, no estarán en su lista por su pertenencia a esos partidos sino «porque tienen los perfiles para que en Madrid se gobierne bien».
Preguntada por la exigencia de IU de frenar la Operación Chamartín para pactar, Manuela Carmena ha dicho que ese proyecto quedó ya atrás porque su Gobierno defiende un nuevo plan, Madrid Nuevo Norte, y ha confiado en que en su lista habrá «personas de IU aunque no sea las que ha designado el partido».
Carmena busca «recoger todas las sintonías de la izquierda» desvinculándose «un poco de esos criterios más clásicos de las lealtades, y un poquín de las direcciones de los partidos».