Agentes de Policía han desalojado este lunes por la mañana el madrileño Paseo de la Castellana donde 2.000 taxistas han ocupado la vía, en la séptima jornada de protesta para que se regule las VTC. En esta operación se han vivido momentos de tensión y forcejeos con el colectivo. El operativo se ha saldado con un balance de ocho personas (siete manifestantes y un agente de Policía) atendidas por los servicios médicos de urgencia. El agente y un huelguista han sido trasladados con heridas leves a sendos hospitales.
Tras protagonizar agentes de Unidades de Intervención Policial (UIP) una formación para que los taxistas retrocedan a la altura de la glorieta de Gregorio Marañón hacia Colón, algunos taxistas han comenzado a retirar su vehículos que bloquean los laterales de la Castellana, aunque la ocupación seguía en los carriles centrales. Poco después de las 10 se ha retirado el último taxi para poder así retomar la circulación normal.
Hasta este lugar se han desplazado decenas de grúas, para retirar coches, y los agentes municipales han empezado a multar, con hasta 200 euros, a los taxistas. Muchos de ellos han hecho una sentada junto a sus vehículos para evitar ser desalojados.
En estos episodios se han vivido momentos de tensión con forcejeos entre manifestantes y policía, si bien no se han producido cargas por parte de las fuerzas antidisturbios, que, en todo momento, han tratado de contener a los taxistas, que actúan pacíficamente.
En el otro extremo, en la plaza de Colón, también había hasta tres filas de agentes de la Policía Nacional para desalojar a los taxistas desviándoles hacia la plaza de Emilio Castelar por tramos. También se han producido sentadas de los profesionales del taxi al grito de «Somos taxistas, no terroristas».
Por otro lado, más grúas llegaron hasta el centro de la capital, custodiadas por Policía Nacional. De hecho, en la entrada de uno de los depósitos de las grúas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ubicado en el acceso a la carretera de Castilla, se ubicaron dos furgones de la UIP, acompañando a las grúas que se dirigían a Colón para ir sacando los vehículos de los taxistas que se están negando a moverlo.
El delegado de Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, ha señalado, en declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, que están «cumpliendo» con su «obligación de garantizar el orden público» pero el «tema de fondo» está en manos del presidente de la Comunidad, Ángel Garrido.
Según el delegado de Gobierno, el dirigente autonómico tiene que ponerse «a trabajar» para regular a los taxis y las VTC «y si esto no se produce, pues no es suficiente». «Que se ponga a trabajar ya», ha señalado en otro cruce de acusaciones entre ambos dirigentes.
Tras el desalojo, los taxistas han cortado completamente la calle Génova entre la sede del PP y la Plaza de Colón a los gritos de «Garrido, dimisión», en referencia al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, o «somos taxistas, no terroristas».
Los varios cientos de taxistas que se han congregado ante la sede del PP han abandonado la zona pasadas las 13 horas después de lanzar huevos contra el inmueble y tras escuchar las intervenciones de varios representantes del comité de la huelga indefinida que llevan a cabo desde el lunes de la semana pasada.
Posteriormente irán a la terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.