Los bancos tendrán que repartirse de manera prorrateada los gastos asociados a la subrogación de una hipoteca, esto es, cuando otra entidad financiera asuma la titularidad de un crédito hipotecario.
Esta es una de las condiciones que previsiblemente incluirán los grupos en la nueva ley de crédito inmobiliario que tramita el Congreso y que este martes se enfrenta a una nueva sesión de su ponencia.
Este cambio en la subrogación, planteado en la ponencia por parte de Ciudadanos, se produce tras los cambios en el impuesto de actos jurídicos documentados y el reparto de gastos contemplado en la ley.
Y es que los grupos temían un endurecimiento de las condiciones del crédito por parte de los bancos para prevenir que, ante el aumento de los gastos de constitución, compensara más llevar a cabo subrogaciones que formalizar hipotecas.
Según han informado fuentes de la comisión, el reparto incluirá todos los gastos contemplados en la nueva ley que debe asumir el banco, que se prorratearán en función de la duración del crédito y el momento en el que se produce la subrogación.
Gastos
El reparto de gastos contemplado en la norma que ultima el Congreso prevé que al prestatario le correspondan los gastos de tasación y al prestamista, además del impuesto de actos jurídicos documentados, también los gastos de gestoría, la inscripción de garantías en el registro de la propiedad y el coste de los aranceles notariales de la escritura.
Pese a que el Gobierno había mostrado su intención de aclarar estas condiciones en el proyecto de ley que regula los cambios en el impuesto de actos jurídicos documentados, los grupos acordaron ya en la anterior sesión de ponencia incluir estos cambios en la nueva ley hipotecaria.