La localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú está más que acostumbrada a ver castells. Forman parte del acerbo popular y en multitud de festividades durante el año aparecen en sus plazas realizando sus actuaciones. Nunca habían tenido ningún problema por ser como son, hasta ahora. Y la causa de la controversia es cuanto menos llamativa: su camisa es de color amarillo.
Los Bordegassos de Vilanova llevan a cabo su actividad desde su fundación en el año 1972. Ahora denuncian que pocos días antes de la grabación de un anuncio solidario que habían cerrado hace tiempo para el Hospital Sant Joan de Déu se les han informado, por parte de la productora que lo realiza, de que hay un problema insalvable: el color distintivo de la agrupación.
Afirman que para comprometerse para esa fecha renunciaron a una actuación que tenían prevista para la misma fecha, con el consiguiente perjuicio económico que ello conlleva.
En un comunicado la junta directiva de los castellers de Vilanova lamenta que «'alguien' tome una decisión que nos impide colaborar con una entidad querida, prestigiosa y admirada. Evidentemente no podemos aceptar que se nos proponga cambiar el color de la camisa y mucho menos por una fobia a aquello que pueda representar, hoy en Cataluña, el color amarillo».