El acto institucional del Govern por la Diada de Cataluña celebrado este lunes en la plaza Sant Jaume de Barcelona ha pedido la libertad de los presos soberanistas y también el regreso sin represalias de los líderes independentistas en el extranjero.
El acto ha empezado con la Llama del Canigó entrando en la Generalitat, lo que ha buscado simbolizar el retorno de la «luz» a las instituciones catalanas tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que mantuvo intervenido el autogobierno de octubre de 2017 a junio de 2018.
Tras la entrada de la luz al Palau han salido a la plaza los artistas que han protagonizado el acto con música y lecturas de texto con un tema de fondo: la demanda de libertad para que Catalunya pueda decidir su futuro político y para que no haya «presos políticos ni exiliados».
El nieto del lingüista Pompeu Fabra, arropado por familiares de los presos, ha leído la definición de la palabra libertad, y sobre la fachada de la Generalitat se han reflejado imágenes de los encarcelados: Carme Forcadell, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn, Dolors Bassa y Raül Romeva.
En el primer acto institucional de la Diada desde que entraron en la cárcel, se han leído frases sobre el significado de libertad para los presos: para Forcadell es la fuerza transformadora de la sociedad y para Junqueras «es abrazar a tu mujer, jugar con tus hijos y trabajar de forma honrada para tu país».
También se han proyecto imágenes de los políticos en el extranjero y se han emitido grabaciones con su voz pronunciando versos y frases de autores como Maria Aurèlia Capmany y Manuel de Pedrolo.
En ese momento se han oído las voces de la exconsellera Meritxell Serret, la exdiputada Anna Gabriel y el exconseller Toni Comín, que, citando a Raimon Panikkar, ha defendido que «morir por las propias ideas puede ser fanatismo, pero no vivir de acuerdo con las propias convicciones es cobardía».
También se han oído las voces de los exconsellers Clara Ponsatí y Lluís Puig; la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que ha leído unos versos de Miquel Martí i Pol.
El acto también ha tenido referencias al 1-O: se han proyectado en la fachada de la Generalitat imágenes de las cargas policiales que hubo, y la cantante Judit Neddermann ha interpretado 'No volem més cops' --'No queremos más golpes'--.
Dirigido por Lluís Danés, el espectáculo ha contado con las actuaciones de la bailarina y coreógrafa Marta Carrasco, los cantautores Lluís Llach y Roger Mas, la cantante Paula Valls, el grupo Obeses, el Cor Jove de l'Orfeó Català, la Giorquestra de Girona y los compositores Marc Timón y Xavi Lloses.
Los conductores del acto han sido los actores Sílvia Bel y Lluís Soler y centenares de ciudadanos se han acercado hasta plaza Sant Jaume y han coreado proclamas como 'Ni un paso atrás', 'Somos república', 'Independencia' y 'Libertad'.
Entre las autoridades asistentes ha destacado la presencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que llevado la Llama del Canigó hasta la puerta del Palau; el presidente del Parlament, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.