En varios puntos de Barcelona han proliferado últimamente unos carteles muy particulares para algunos, y para otros directamente lesivos y denunciables. Estos están escritos en inglés y tienen como destinatario a los turistas, a quienes ‘animan' a practicar ‘balconing' porque «es divertido».
Los panfletos colgados en paredes y postes aportan varias 'razones' para perpetrar dicha actividad, de la que en Baleares no estamos exentos de ejemplos. Para empezar que «previene la gentrificación», esto es, el proceso por el que los vecinos 'de toda la vida' se ven expulsados de sus barrios, que se revalorizan por la especulación urbanística y que desembocan en alquileres y precios de venta inasumibles para muchos.
Además, alegan que «mejora la calidad de vida de los vecinos» que en muchas zonas, como por ejemplo en la Barceloneta, expresan quejas continuas y airadas por los desmanes de los turistas.
En las redes sociales se difunde esta cuestión con la etiqueta '#balconingisfun' e incluso existía en Twitter una cuenta con el mismo nombre que, de momento, permanece suspendida.
Además de los carteles en algunos de los barrios de la capital catalana donde se experimenta una mayor presión turística se han pintado paredes con este lema, ante el asombro de los residentes y el desconocimiento de los visitantes, poco concienciados con el debate que su llegada genera.
Por el momento ningún colectivo reconocible ha manifestado su apoyo a esta acción, y las autoridades municipales tampoco han querido dar pábulo a una cuestión espinosa con la que tienen poco que ganar y bastante que perder.