Agentes de la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se entrevistaron en prisión en cuatro ocasiones, entre 2012 y 2014, con Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll (Girona), preso en Castellón por un delito de tráfico de drogas, que tuvo un papel clave en la radicalización de la célula que cometió los atentados del 17-A.
El informe de Instituciones Penitenciarias detalla el número de carné profesional de los agentes que participaron en los encuentros, que según fuentes de la investigación corresponden a efectivos de la Guardia Civil, en los tres primeros encuentros, y del CNI, en el de 2014.
Tres meses después de los atentados, el CNI confirmó que había mantenido contactos con el imán de Ripoll, dentro de los protocolos habituales.
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, exigió el pasado 24 de julio en la comisión de investigación en el Parlament sobre el 17-A que se llevara a cabo una investigación «exhaustiva» para saber si el imán Abdelbaki Es Satty era o no confidente policial y si esto afectó de alguna manera a la coordinación entre cuerpos.