La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ha anunciado este miércoles que el Gobierno activará todas las comisiones mixtas entre la Generalitat y el Estado que se prevén en el Estatut y lo hará para abordar cuestiones relativas a financiación, infraestructuras, inversiones y traspasos pendientes.
Lo ha dicho en rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado que se ha celebrado este miércoles, la primera que se ha hecho en siete años y que ha durado casi tres horas y media.
Así, durante el mes de agosto el Gobierno se ha comprometido a activar la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Financieros; la Comisión Mixta de Transferencias y Competencias y la Comisión Bilateral de Infraestructuras.
En la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Financieros, el Gobierno querrá insistir en que la Generalitat debe participar en órganos como el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y atenderá la demanda del Govern de que parte de su deuda a corto plazo pase a largo plazo.
En la Comisión Mixta de Transferencias y Competencias, el Gobierno estudiará el posible traspaso de temas relacionados con becas y ayudas a los estudios, mientras que en la Comisión Bilateral de Infraestructuras habrá tres prioridades: la estación de la Sagrera, Rodalies y el Corredor Mediterráneo.
Batet también ha asumido que el Gobierno central cumplirá con la disposición adicional tercera del Estatut, relativa a la inversión en infraestructuras: ha recordado que un gobierno socialista apoyó ese Estatut y ha asegurado que el Ejecutivo central está «comprometido con él».
RECURSOS AL TC
Aparte de estas comisiones, el Govern también activará dos subcomisiones dependientes de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado: la subcomisión de Colaboración y Cooperación y la subcomisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior.
En el marco de la primera, el Gobierno central se ha mostrado dispuesto a negociar los recursos que interpuso el Gobierno de Mariano Rajoy contra leyes sociales catalanas para que puedan aplicarse en su plenitud, pero no se han abordado una por una en la reunión de este miércoles.
En resumen, el Gobierno y la Generalitat mantendrán el contacto los próximos meses a través de cuatro comisiones --la Bilateral; Asuntos Económicos; Transferencias e Infraestructuras-- y de dos subcomisiones, y Batet ha concluido: «El Gobierno está para defender el autogobierno, el Estado autonómico y el Estatut».
«El Gobierno de España tiene un proyecto para Catalunya, tiene un proyecto para España con Catalunya dentro, un proyecto integrador», ha resumido la ministra, que ha destacado que es la primera vez en siete años que se ha reunido la Comisión Bilateral Generalitat-Estado.
«DISCREPANCIAS»
Batet ha señalado que las discrepancias se han producido cuando el Govern ha insistido en negociar un referéndum de independencia y ha argumentado: «No existe el derecho de autodeterminación», ya que considera que solo se contempla para casos que no son aplicables a Catalunya.
«No hay lugar para la discusión, nuestro marco constitucional no lo permite. Pensamos que no es un buen método ni un buen mecanismo para resolver el problema político de fondo», ha zanjado Batet, que ha recordado que es la posición que siempre ha mantenido el Gobierno.
Batet ha explicado que el Gobierno central ha rechazado constituir un grupo de trabajo sobre el referéndum porque considera que «no hay mucho a investigar» y que la solución pasa por una reforma constitucional y del Estatut que, en estos casos sí, sean validadas a través de sendos referendos.
Sobre la situación de los presos soberanistas, Batet ha replicado a la Generalitat que escapa de las «competencias» del Gobierno central y que es una cuestión que están en los tribunales y que tiene que dirimir el poder judicial, no el ejecutivo. En el mismo capítulo de discrepancias, el Gobierno ha afeado la Generalitat que el
Parlament no esté teniendo un funcionamiento «normal», ya que el próximo pleno no se celebrará hasta octubre, y le ha pedido que garantice la neutralidad del espacio público, en alusión velada a la presencia de simbología amarilla.
«Diálogo, respeto y lealtad federal entre gobiernos», ha resumido Batet, que se ha mostrado convencida de que a través de estos tres pilares se podrá superar las tensiones entre la Generalitat y el Estado que les han caracterizado en los últimos años.