El número de ocupados aumentó en 469.900 personas durante el segundo trimestre del año, marcando así un incremento histórico que situó en los 19,3 millones el total de personas empleadas, una cifra que no se lograba desde finales de 2008.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados disminuyó en 306.000 personas entre abril y junio, hasta los 3.490.100 parados, de forma que la tasa de desempleo bajó 1,46 puntos y se situó en el 15,28 % de la población activa, cifras no vistas en casi diez años.
El número de ocupados aumentó en mayor medida que disminuyó el de parados debido a que la población activa (personas que trabajan o buscan un empleo) se incrementó en 163.900 personas, hasta situarse en 22.834.200, dejando la tasa de actividad en el 58,8 %.
Según el INE, el incremento del empleo es el más acusado en términos trimestrales de toda la serie histórica, que comienza en 1976.
En la referencia interanual, el empleo aumentó en 530.800 personas en el último año y el desempleo disminuyó en 424.200, debido a que la población activa aumentó en 106.600 personas.
Entre abril y junio, el empleo se incrementó principalmente en los servicios (371.400 ocupados más), aunque también en la construcción (63.400) y la industria (46.400), mientras que disminuyó en la agricultura (11.300).
El empleo a tiempo completo aumentó en el segundo trimestre en 384.400 personas, mientras que el de tiempo parcial creció en 85.400, de forma que se elevó el porcentaje de personas que trabajan por debajo de la jornada entera (al 14,99 %).
El número de autónomos creció en 3.500 personas, debido al incremento en 7.600 personas de los empresarios o trabajadores independientes, frente al descenso de los empleadores y los cooperativistas.
Mientras, el número de asalariados aumentó en 465.100 personas, un alza que se divide a partes prácticamente iguales entre los que tienen contrato temporal y los indefinidos, lo que elevó la tasa de temporalidad al 26,8 %.
El empleo en el sector privado creció en 457.800 personas, hasta los 16,22 millones de ocupados, y el empleo público aumentó en 12.100 personas, hasta 3,1 millones.
Por sexo, el empleo creció en 244.300 hombres y 225.500 mujeres, mientras que por edad el incremento es generalizado, aunque ligeramente superior en los mayores de 55 años.
Baleares (85.400 trabajadores más), Andalucía (64.700) y Cataluña (57.200) son las únicas regiones en las que subió el empleo, en tanto que los menores incrementos se dieron en La Rioja (3.200) y Cantabria (4.300), además de Ceuta y Melilla, con 2.000 y 1.100 trabajadores más, respectivamente.
En cuanto al desempleo, el paro disminuyó en todos los sectores, pero principalmente en los servicios (181.100 desempleados menos), seguido de la construcción (31.500), la agricultura (20.000) y la industria (19.200).
También se redujo entre los parados de larga duración (62.500 menos) y sólo aumentó entre los que buscan su primer empleo (en 8.300).
En función del sexo, el descenso del paro se centró en los hombres (166.800 desempleados menos), mientras que en las mujeres se redujo en 139.200, de forma que aumentó la diferencia entre la tasa de paro masculina (13,7 %) y la femenina (17 %).
Por edad, sólo se observó un incremento del paro entre los menores de 25 años (7.400 desempleados más).
Por regiones, el paro disminuyó en todas (salvo en Melilla, donde aumentó en 800 personas), marcando los mayores descensos en Andalucía (65.400 menos), Madrid (45.900) y Comunidad Valenciana (32.600).