Juana Rivas ha garantizado este jueves que es «inocente» y «se va a demostrar muy pronto» a su llegada al edificio judicial de La Caleta de Granada, minutos antes de ser juzgada por la presunta sustracción de sus dos hijos menores de edad tras pasar casi un mes en paradero desconocido incumpliendo la orden judicial que le obligaba a entregarlos al padre, el italiano Franceso Arcuri, al que acusa de malos tratos.
Rivas, que se enfrenta a una petición fiscal de cinco años de cárcel, ha llegado al edificio judicial sobre las 9,45 horas acompañada por el abogado Juan de Dios Ramírez, su hermana y, entre otros, la asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena, Francisca Granados, que inicialmente estuvo investigada en la causa.
Rodeada de una nube de periodistas se ha mostrado confiada en que la Justicia se pondrá de su parte y que seguirá «luchando». «Claro que soy inocente y se va a demostrar muy pronto», ha agregado.
Finalmente el juicio ha sido aplazado al 18 de julio después de que el abogado que la asistía, Juan de Dios Ramírez, haya abandonado la sala ante la negativa del juez a suspender la vista.
Como ya anunció que harían, la defensa ha vuelto a pedir al inicio de la vista la suspensión de la misma al estar de baja médica el abogado defensor que Juana Rivas quiere que la represente, José Estanislao López, lo que el juez ha rechazado de nuevo al considerar que la acusada está perfectamente representada por Ramírez, que sostiene por contra que no está preparado para ejercer la defensa.
Ante la negativa del juez Manuel Píñar a suspender la vista, el abogado Juan de Dios Ramírez ha abandonado la sala bajo apercibimiento de que los hechos serán puestos en conocimiento del juzgado de guardia y del Colegio de Abogados de Sevilla.
Rivas ha llegado a suplicar al juez que entienda que ella «solo confía» en José Estanislao López, a lo que el magistrado ha replicado que esto es «una cosa seria», por lo que le ha instado a que designe a otro abogado de su confianza en tres días y le ha informado de que, en caso de no hacerlo, se le nombrará uno de oficio.
El juez ha considerado «increíble» lo ocurrido, algo que, ha dicho, no le había pasado antes en sus 33 años de trayectoria.